miércoles, 23 de febrero de 2011

Hasta pronto, Lex Luthor

Sirva este espacio como un sentido adiós y homenaje a nuestro Lex Luthor particular. No es que le guste mucho el apodo, el alias, el aka (dicen los anglosajones, as know as), pero su reluciente calva era una forma de demostrar brillantez, sentido común, valores, y un corazón muy grande. Se puede estar de acuerdo con él o no, pero por encima de las esquirlas sigue estando el fondo de un profesor, un compañero, un amigo, la lucidez de quien se da cuenta de que las cosas son de una forma y no de otra. Y como decía el emperador Claudio (antes de ser “despedido” por los pretorianos a cuchilladas, si es que...), “el sentido común es el menos común de los sentidos entre los hombres”. Difícil encontrar gente de una pieza hoy en día, como los de antes, por eso recordamos a Jenofonte, que en la Anábasis recuerda palabras de Homero al decir que “una amistad vale tanto como un cofre de oro; el primero tendrá tu mano, el otro sólo te las llenará para ocuparlas”. Así pues, querido Luthor, nada pierdes tú, más bien los demás. Este remedo de 'Lisístrata' ya no será igual sin el destello en la testa.

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