sábado, 29 de agosto de 2009

Gracias por todo, Gógol

Dos cosas. Primero, gracias por los comentarios; al quijotesco becario del último post le han caído un par de lagrimillas. Lo segundo, que hemos sido injustos durante muchos años con una cultura y una literatura que de repente, como uno de esos amores que son pura química irracional, se ha cruzado por delante de improviso. Ignorantes como éramos de un relato ruso de Nikolái Gógol hasta que un mensaje indirecto nos puso sobre la pista; la llave fue el concepto "literatura vampírica", y allá que fuimos. Nos encontramos con 'Vi', en ruso 'Vij', editado este mismo año por Nórdica Libros con ilustraciones del argentino Luis Scafati. 'Vi' es mucho más que eso, es un compendio de cómo debe escribirse un relato, de cómo la cultura popular rusa es inabarcablemente impresionante (¿se puede decir eso?).
Hemos sido prejuiciosos con la literatura rusa durante muchos años, cegados por el estallido del quejido socarrón de Quevedo y Gracián, pero también esclavizados como estamos a la literatura anglosajona, decepcionados con la francesa y esporádicamente atraídos por Alemania e Italia. Dicho esto, recomendamos vivamente 'Vi' en su edición ilustrada, porque sólo un grandísimo autor como Nikolái Gógol puede convertir un viejo cuento popular ruso sobre Vij, el rey gnomo "al que le llegan los párpados hasta el suelo" en una desasosegante narración sobre el terror que siente el ser humano hacia lo desconocido y lo oscuro, hacia lo que no puede comprender y controlar. Contaba uno de los discípulos de Jung que el verdadero miedo visceral y atávico del hombre no eran las bestias ni el dolor, sino aquello que no puede someter a su voluntad de dominación. Por eso tememos a Dios, a la muerte, a las tinieblas, y por eso leemos 'Vi'. No lo duden ni por un momento.

jueves, 27 de agosto de 2009

Salamanca es como las calles de Nápoles...

Periodismo taurino: la selva. Somos unos ingenuos. Un amigo de un colaborador, que a su vez es amigo de otro, nos contó un par de historias negras del periodismo taurino en Salamanca. Después de contrastarlas han resultado ser ciertas. Vamos, que nosotros pensando que había más de literatura que de narración en los artículos sobre la fiesta de los toros y resulta que son igual de vendidos, mundanos y oscuros que el resto de plumillas. Cada vez que nos acercamos al periodismo es como jugar a las cartas con Magoth: siempre rezando para que con el último as no empiece el fin del mundo. El periodismo taurino en Salamanca es Nápoles. Mejor dicho, es el barrio más sórdido donde la Camorra campa a sus anchas. Detrás de cada artículo parece ser que palpita un Carlo de medio pelo esperando con la pistola a que al pobre diablo asome las narices. Y si eres mujer, entonces apaga y vámonos. Por cada insulto a una periodista taurina por el mero y simple hecho de tener ovarios en lugar de testículos es una demostración de tres cosas: 

1. Machismo rampante que no hace ningún bien a la imagen social y cultural del mundo de los toros. Vosotros seguid así y veréis como en una generación os dirán eso de “Sois peor que Hitler”. 2. Una total falta de inteligencia. Las mujeres son el 50% de la humanidad, así que por pura lógica matemática hay tantas mujeres geniales como imbéciles, igual que con los hombres. Insultar a alguien por ser mujer es injusto y totalmente absurdo. 3. Que todo el cuento del señorío y la galantería y el buen gusto literario es la fachada de más de uno para barruntar sus inseguridades, su mediocridad y su total ignorancia. ¿De qué sirve citar a Machado si luego no has leído nunca a Montaigne o Locke, por poner un ejemplo, becerro dorado…? Saber mucho de toros y hacer la O mayúscula con un canuto literario no significa ser inteligente, culto o saber escribir. Como dijo Oscar Wilde en algún sitio, “por cada genio estirado hay dos cadáveres en el jardín”. ¿Lo pillan? 

Criticar a alguien simplemente porque es mujer, sin pruebas de lo que se afirma, es difamación; criticar a una mujer y decir que va a prosperar en función de las veces que se baje las bragas es un insulto a la inteligencia y la moral. Y criticar a otros que ocupan tu lugar simplemente porque ves conspiraciones judeomasónicas en todos lados y necesitas justificar tu soberano error de cálculo que te ha dejado sin el único trabajo que sabes hacer, eso es la mayor estupidez que se puede cometer. Ya lo dijo el bueno de Damon Alexander: “Con cada palabra y acción nos desnudamos ante los demás. Por eso es mejor seleccionar todo lo que hacemos, antes de que nos caigamos en el pozo pestilente de nuestra soberbia injustificada”. Para todo lo demás, Marco Aurelio o Mastercard. Y para más de uno, un logopeda (esto sólo lo entenderán los salmantinos…). 


miércoles, 26 de agosto de 2009

'Arte' y Yasmina Reza

¡Aleluya hermanos, la escasez se terminó! Dijo el creyente en que no hay nada como la vuelta de vacaciones como para llevarse una grata sorpresa: la archiconocida, archirepresentada y archimanida 'Arte', de Yasmina Reza, una mujer famosa en Francia por su total vinculación con la causa cultural francesa, tan rancia ya como los muros del Palacio de Justicia junto al Sena. Será el 4 y 5 de septiembre en el Liceo (21.00 horas, 12, 16 y 20 euros) con un trío totalmente diferente al que estrenara la versión en español hace años. Ahora será el turno de José Luis García Sánchez, Iñaki Miramón y Alex O' Dogherty después de que Luis Merlo se diera de baja médica. Porque regresa septiembre, y con él la programación cultural sostenida en el aire por los fondos públicos. No vamos a dejar de repetirlo un millón de veces, hasta que sea un mantra común a todos: NO HAY INICIATIVA PRIVADA. En mayúsculas, para que quede más claro que la cultura no puede vivir eternamente del mecenazgo público, sea cual sea la institución, su color político y poder. Porque si algo es universal a PP, PSOE y nacionalistas es esa manía de firmar cheques en blanco sin mirar con lupa lo que están pagando. No por subversivo (ojalá), sino por mediocre. 

Por lo menos tendremos esta versión de la gran comedia francesa cargada de bilis. La obra (la más representada en la historia moderna del teatro) gira en torno a la última adquisición de Sergio: un gran cuadro blanco atravesado por unas apenas imperceptibles líneas de color asimismo blanco que ha adquirido por una fuerte suma de dinero. Al mostrarlo a sus dos mejores amigos, la reacción de uno de ellos va poniendo en peligro la supuesta amistad que han fraguado los tres durante quince años. Es decir, que lo que la vida une, el arte contemporáneo lo rompe: ojito con lo que enseñamos a los amigos, porque no es lo mismo colgar un Picasso de la pared que un Kandinsky (hace falta cierto grado de alcohol en sangre o estupefacientes para dar con la respuesta a este último). 

martes, 25 de agosto de 2009

El "homerismo"

Desde que Matt Groening creara uno de los arquetipos de ficción más grandes de la historia, esto es, Homer Simpson, el vocablo “Homer” se ha convertido en un quebradero de cabeza. En inglés, Homero se traduce como Homer, con lo que los ya de por sí iletrados colonos americanos que antes no sabían quién era Homero, ahora menos todavía. Sin embargo, nosotros, en el lado correcto de la civilización (o eso dicen en Bruselas), debemos distinguir entre “homérico” y “homerista”, de homerismo. El primero es el héroe de la tradición griega, el antiguo, el Ulises que desde su condición humana lucha contra el destino, los elementos y los dioses, todo con tal de regresar a Ítaca y así poder recuperar su trono, su familia y su patrimonio. Homero creó al primer héroe occidental conocido, el espejo en el que todos debemos mirarnos. También es ese pobre merengón que vive en Barcelona y que tiene que soportar la pesadez del victimismo rabioso que, para una vez que escucha sonar campanas, reclama para sí la eternidad cuando apenas ha empezado a caminar para seguir a los dioses con toga blanca… ejem.


Por el contrario, homerista es el fiel seguidor de Homer, ese héroe de clase media que sólo desea vivir como quiere, satisfacer sus pequeños vicios, beber con sus amigos en el bar de Moe, tener algo de dinero en el bolsillo al acabar el día, achucharse con su esposa Marge, que su jefe no lo machaque mucho y que el Gobierno no le quite demasiado con los impuestos. Él también es un héroe homérico, pero moderno, un tipo sin superpoderes, sin grandes riquezas, ni dotes de mando ni un reino al que volver. Es como el resto de pequeños sacrificados anónimos que tienen que cuidar de otros y de sí mismos y para los que cada día es una travesía por el Egeo con todo en contra.

Quizás por eso Los Simpson se han convertido ya en un icono cultural, en algo más que una serie de éxito con 20 años de emisión, con millones de seguidores por todo el mundo. Han triunfado porque han redefinido a Ulises y lo han convertido en ese memo ligeramente paleto pero virtuoso y alma espartana con el que se identifican todos, especialmente los que curran día tras día para poder comer y vivir. De la misma forma que todos somos hijos de Ulises, todos también somos vecinos de Homer. El resto, o son unos gorrones, o unos burgueses que no saben lo que cuesta poner un poco de mermelada en el croissant a la plancha de cada día.

viernes, 21 de agosto de 2009

Xpectations el Salvaje


Para que luego digan que somos malas personas, os recomendamos la lista negra que ha hecho recientemente Xpectations. Pinchad aquí y disfrutad. Si no fuera por él sería por otro, pero entonces no sería él. Salvaje, directa, sincera y sin hipocresísa ni ñoñerías. Nosotros no podríamos haber hecho esa lista, pero estamos de acuerdo en casi todas. La música está llena de grandes momentos en los que el gusto se convierte en un bisturí que no admite piedad ni compasión. Mucha gente se siente siempre discriminada o directamente vapuleada, pero es la realidad. Igual que no a todo el mundo les ponen los Rolling Stones, a muchos otros no les entra en la cabeza que la gente pueda disfrutar de, como dice Xpectations, "esa ramera aburguesada". Pues eso, salud para todos y paz en la tierra...

jueves, 20 de agosto de 2009

'Click' - Primeras invitaciones al mordisco


Este pequeño texto pertenece a A.N. y está en uno de sus futuros textos, 'Click', pero también aparece en 'La lechuza'. La hemos puesto porque dice muchas cosas en muy poco espacio.

"A Fonz le hubiera gustado tener colmillos, para clavárselos en la yugular, sorber su sangre y así poder estar completo y saciado. No podía quitarse de la cabeza que se acababa de estrellar por tercera vez contra el mismo muro, la misma roca, la misma curva en sombra que no le dejaba poner la pica de sus tercios donde debía. Entonces recordó lo que le había dicho Zúñiga en su día: 'Mierda de vida, mierda de destino. Traga tu propia sangre y sigue en pie hasta que haya caído el último de los malditos persas". Pero ya tenía tantas muescas en la culata que clamaba al cielo un pequeño guiño cosmogónico que le alegrara el corazón repleto de cristales de ácido. Darse cabezazos una y otra vez contra la misma puerta jodía hasta lo indecible, y por muchas puertas que intentara tirar abajo con la frente, todas le dejaban la misma raja sanguinolenta corriéndole por la cara".

La canícula salmantina: el desierto se expande

Ya no hay remedio. Agosto en Salamanca es lo más parecido a una maldición de Zeus: hace un calor abrasador, todo está lleno de turistas que pasean como manadas de braquiosaurios con el cerebro del tamaña de una habichuela y los estudiantes de español se multiplican como hongos. Eso sí, no hay cultura: las compañías de teatro están de gira fuera, no hay conciertos, no hay galerías de arte (poruqe están cerradas) y las exposiciones son las mismas desde hace tres meses. Así de simple: chapado por vacaciones. La oportunidad perfecta para la iniciativa privada, porque ahora quien hiciera algo, un festival o un ciclo de gran caladoy orientado a los estudiantes e incluso a los turistas, se llevaría de calle toda la atención mediática. Porque en verano cuesta llenar páginas, informativos y horas de radio. Si alguien inteligente pusiera algo de dinero y se inventara, por ejemplo, un festival de música, uno de teatro o de cualquier cosa que implicara artes escénicas, tendría sitio y los focos sobre él. Porque en Salamanca TODA la cultura está subvencionada, y salvo las galerías de arte contemporáneo, nadie hace nada sin tener a papaíto Ayuntamiento, al hermano de la Usal o a los ejecutivos de Caja Duero detrás. Todos comiendo de la sopa boba. Y así les va. Y así nos va a todos, especialmente a los que vivimos de las ondas expansivas de esa gente. Luego se lamentan y lloran como plañideras en un funeral flamenco porque nadie les hace caso a los de la ciudad. ¿Qué caso se les puede prestar a gente que no se arriesga? Sin riesgo no hay gloria, así de claro. 


miércoles, 19 de agosto de 2009

Primeras explicaciones a la lista

Bien, por fin soliviantamos a las masas. Este post hace referencia a dos comentarios recientes a las últimas entradas sobre música. Una sobre los Beatles y otra sobre por qué no aparecen determinados músicos en la lista de ‘Las 20 Canciones Imprescindibles (por ahora)’.

Sobre los Beatles: Hay una cosa que debe quedar clara, los Escarabajos no se retiraron en la cumbre para dejar la leyenda, simplemente se disolvieron porque ya no se soportaban. Y también por Yoko Ono, mediocre artista que ha vivido del cuento desde entonces. De haber ido las cosas por otro lado, habrían seguido y se hubieran convertido en algo parecido a los Stones. Porque la pasta manda, y punto. Así que menos ingenuidad, please. Respecto a su ñoñería la reafirmamos, pero eso no significa que no haya canciones que nos gusten, y en la lista está la prueba. Respecto a quién vampiriza a quién, hay que recordar que el pop no es más que rhytm & blues melódico con la estructura de verso/estribillo/verso, esto es, un A-B-A que se enseña en la escuela. La voz melódica es la que lleva el paso, no como en el rock, donde es la instrumentación (especialmente cuerda y percusión) la que manda. Además, queridos, TODA LA MÚSICA ACTUAL VIENE DE LA MÚSICA NEGRA, y no hay género, salvo la electrónica, que no haya venido de los garitos de los afroamericanos. El pop siempre es facilón, para blancos despreocupados. 

Sobre la ausencia de Springsteen y otros: si la lista hubiera sido de 30 canciones probablemente hubieran aparecido, Xose, muchas de las que has mencionado, pero por algún lado había que cortar. Y como dijimos, el gusto es una colección de muescas: no le quitamos mérito al Boss, pero lo mismo que él hace lo hicieron otros antes solo que con menos éxito. Un ejemplo, Smokey Robinson. Y advertencia: el Boss no es tan influyente en EEUU como creen algunos, porque las oleadas de música las hicieron otros, él se limitó a explotar la de los cantautores obreros de los 70. Respecto a Lou Reed, siempre fue mejor cuando estaba en la Velvet Underground, y ahí sí que quizás hemos sido un poco injustos. Evidentemente habrá que pensárselo. Respecto a Oasis, me gustaría saber cuál es su legado, además de decir aquello de que eran los nuevos Beatles (risas enlatadas…). De todas formas, queridos, os invitamos a que hagáis las vuestras para comparar: nosotros ya avisamos de que TODAS LAS LISTAS SON SUBJETIVAS, Y POR LO TANTO ABIERTAS. De ahí que hayamos puesto el “por ahora”. 


lunes, 17 de agosto de 2009

'Las 20 Canciones Imprescindibles (por ahora)'

Hace poco el enano hipocrático zumbón de Juan Cruz (le hicimos una entrada, aquí), tan majo él que podría convertirse en un pararrayos humano, aseguró que la mejor canción de la historia era ‘Blowin in the wind’, de Bob Dylan. Evidentemente se equivoca. Tiene buen gusto, cierto, pero después de muchas consultas, de darnos cuenta de que las listas siempre son subjetivas, y de una conversación con el ultracuerpo longilíneo del hombre que se esconde tras Bowie, hemos decidido dar la nuestra. Serán “Las 20 Canciones Imprescindibles (por ahora)” de Corso Expresso. Y recalcamos lo del “por ahora” porque siempre puede pasar que descubramos otra canción u otro disco y entonces haya que cambiarla. Y por supuesto no vamos a basarnos en el gusto, porque es evidente que está lleno de muescas y manías personales, por eso a más de uno le sorprenderá ver algunas en la lista. Son todas anglosajonas porque la música después de 1950 ha estado (y está) dominada por esa cultura, en parte porque el inglés ya es el latín de nuestra era, y porque ningún otro país no angloparlante ha sido capaz de crear modernidad universal con la música. De todas formas, un pequeño repaso a la lista demuestra de qué pie cojeamos. Sabemos que siempre habrá gente en desacuerdo, pero lo dicho, el gusto y el ojo del gusto están ciegos muchas veces, o ven más allá de lo evidente. En sucesivos post, y en paquetes de tres en tres, explicaremos las razones. 

‘Sympathy for the Devil’ (Rolling Stones, 1968)

‘Knockin’ on Heaven’s door’ (Bob Dylan, 1973)

‘The End’ (The Doors, 1967)

‘All along the Watchtower’ (Jimmy Hendrix, 1967)

‘Whole lotta love’ (Led Zeppelin, 1969)

‘The scientist’ (Coldplay, 2002)

‘House of the Rising Sun’ (The Animals, 1964)

‘A hard day’s night’ (The Beatles, 1964)

‘London calling…’ (The Clash, 1979)

‘Should I stay or should I go’ (The Clash, 1981)

‘My generation’ (The Who, 1965)

‘Pride (In the name of love)’ (U2, 1984)

‘Paranoid android’ (Radiohead, 1997)

‘Strawberry Fields forever’ (The Beatles, 1967)

‘I can’t get no satisfaction’ (Rolling Stones, 1965)

‘Stairway to Heaven’ (Led Zeppelin, 1971)

‘Break on through (to the other side)’ (The Doors, 1967)

‘Bohemian Rhapsody’ (The Queen, 1975)

‘You can´t always get what you want’ Rolling Stones, 1969)

‘Subterranean Homesick Blues’ (Bob Dylan, 1965)


viernes, 14 de agosto de 2009

Sympathy for the Devil

Si hay un grupo capaz de enardecer el alma son los Rolling Stones. Son la suma de todo lo que podríamos llamar “rock way of life”, y sus canciones son el acompañamiento obligado de todo seguidor de este blog. Y si hay una canción que sintetiza a la perfección todo lo que es este grupo mítico y que con los años superará en gloria y recuerdo a los Beatles (nenazas de la vida…) es ‘Sympathy for the devil” (algo así como “compasión por el diablo”). Grabada en junio de 1968 con ayuda de Marianne Faithfull, formó parte del álbum ‘Beggars banquet’. En ella están las gotas perfectas supuradas por los Stones: irreverencia, libertad total, literatura (la letra, inspirada en Baudelaire y Bulgakov), ironía, humor negro y ese bajo brutal en manos de Keith Richards, el guitarreo que hacía que el inicio de ‘Satisfaction’ definiera durante décadas qué era el rock y que aquí se repite en un solo incrustado y sostenido que se hace inmenso, maravilloso. 

Se nos caen las lágrimas sobre el teclado al repasar la letra. No hay que olvidar que es una de las canciones de las que más versiones se han hecho (Guns N Roses, The Neptunes, Laybach, Fatboy Slim…, además de una película documental de Jean Luc Godard). La revista homónima la considera una de las 500 mejores canciones de la historia, pero sólo la coloca en la número 32: la primera es ‘Like a rolling stone’ de Dylan, algo es algo, porque la segunda es ‘(I can’t get no) Satisfaction’, de Sus Satánicas Majestades…, y los niñatos de Liverpool no llegan hasta el puesto octavo (a eso se le llama justicia divina), porque Lennon en solitario se queda tercero (‘Imagine’…, en fin). Lo que queremos decir es que esta canción es una de esas piedras de toque culturales cuya sombra se alarga hasta el horizonte, dando forma y banda sonora a vidas enteras, a épocas enteras, y a una forma de entender las cosas. Una versión (aquí). Recuerden los primeros versos:

Please allow me to introduce myself

Im a man of wealth and taste

Ive been around for a long, long year

Stole many a mans soul and faith

And I was round when Jesus Christ

Had his moment of doubt and pain

Made damn sure that Pilate

Washed his hands and sealed his fate

Pleased to meet you…


jueves, 13 de agosto de 2009

Rosenvinge, Morrisey y el cochinillo asado

Un poquito de semántica: el adjetivo indie debió venir, en algún momento, de la independencia de estos grupos que se lo hacían todo ellos mismos. De ahí, en los 80, el concepto derivó hacia estilos como el Indie Pop, Madchester, Dream Pop, C86, Noise pop, Brit pop, Chamber pop y algo llamado “indietrónica” que debe referirse al electropop o algo parecido. Vale. Estupendo. Muy bonito todo: cómo nos gusta poner etiquetas a la futilidad. En realidad viene a cuento porque el próximo 6 de noviembre varios grupos y solistas relacionados con la marea que lleva esa etiqueta se van a descolgar por Salamanca. Ponemos una velita a Santa Rita para que nadie nos lo quite porque esta ciudad es como un paso fronterizo americano en el mes de agosto: un desierto. Ni se sabe cuándo fue la última vez que pasó algo así. Ah, esperen, fue en la primavera de 2008. Vendrán Christina Rosenvinge, Camera Obscura, Zahara, y probablemente Iván Ferreiro, Russian Red y La Bien Querida. Es decir: que el concepto se ha hecho gordo y ancho como el cinturón de un obeso mórbido. 

Más o menos como el ego de Morrisey, un tipo que pide a gritos desde hace ya varios años un correctivo de realismo sucio…, pero eso ya son neuras personales que no van a ningún lado. Somos unos liberales, tanto que nunca diríamos lo que pensamos para no herir sensibilidades, las mismas que cuando son cuestionadas suelen responder a los no creyentes como todos los fanáticos ciegos: con un "no tienes ni puta idea de música" o la manida "¡qué atrevida es la ignorancia!" (a nosotros, ¡a Nos!, ja, ja y más ja). Cierto, tanto como para llamar al sabio lerdo y al lerdo sabio. Sea como fuere, la música es la fustigada y maltratada en Salamanca, una especie de San Sebastián lleno de saetas y atado en una pose no muy acertada. Y sin embargo, una vez más, ha tenido que ser un poder público el que mueva algo. No hay voluntad privada, no hay iniciativa, no hay interés. Igual sería un acierto, para hacer publicidad, traerse a Morrisey y llevarle a comer cochinillo con el alcalde, el Lanzarote del “Hago lo que me sale de los cojones” (sic). Sólo con verle la cara a la británica Doña Steven sería impagable. Brutal, eso sí que sería como entrar en el Triángulo de las Bermudas y quedarse dentro para siempre, lo imposible hecho realidad. 


martes, 11 de agosto de 2009

Irán: teocracia y fascismo

Lo bueno de la historia humana es que lo que parece imposible normalmente acaba realizándose de alguna manera. Para lo bueno y para lo malo. Hoy somos afortunados, porque en vivo y en directo podemos presenciar uno de los experimentos políticos y sociales más impresionantes de los últimos siglos: Irán, el único país que ha conseguido fusionar la teocracia y el fascismo en una sola cosa. Si necesitan apoyo les recomendamos el cómic ‘Persépolis’ (Marjane Satrapi, Editorial Norma). No es una democracia. Da igual que se celebren elecciones, eso es una cortina de humo: los resultados fueron amañados, han detenido a todo aquel que se quejara y según revelan varios medios, resulta que los presos fueron torturados y violados. Si a ese desprecio por los derechos civiles inherentes a todo sistema democrático (y no nos vale que sean musulmanes, la democracia es como es, aquí y en la China Popular, si algún día se deciden) se le une el antisemitismo, la persecución a las minorías cristianas y zoroástricas del país y el infantilismo de la teocracia islámica tenemos una pifia enorme que supone un problema descomunal para todos. 

Los persas, como decían los funcionarios imperialistas británicos, “siempre molestando en la hora del té”. Desde Atenas y Esparta no han dejado de dar la brasa. A su falta de respeto por las culturas vecinas (los libros de historia registran casi un intento de invasión cada cincuenta años) se añade la versión dominante del Islam en Irán, el chiísmo, tiene las mismas estructuras que el cristianismo místico que alimentó Roma durante el Medievo: tiene un clero dominante, misógino y que aplasta cualquier tipo de disidencia; es profundamente esotérico y los rituales siempre son comunitarios, no hay espacio para el individuo, que queda relegado a mera oveja del rebaño obediente. Sus métodos son los propios del fascismo, y que nadie se engañe: si consiguen la bomba atómica la van a usar, contra Israel, si se tercia contra Arabia Saudí, y si pueden ir un poco más allá, contra Turquía. Porque los tres países que hemos mencionado son sus enemigos: el primero por judío, el segundo sunita y el tercero por alejarse de la única y verdadera Fe. No hay mucha distancia entre la España de Torquemada y el Irán de los ayatolás, porque los extremos siempre se tocan y sí, Houston, tenemos un problema…


domingo, 9 de agosto de 2009

Reírse de la guerra: Terence 'Spike' Milligan

Un regalo imprevisto, descubrir la figura estrambótica de Terence 'Spike' Milligan (1918-2002), un tipo básicamente afortunado. Veterano de la invasión de Italia, que participó como artillero del X Cuerpo Británico para defender las posiciones de los Aliados de los ataques de los Stukas alemanes. Lo pasó muy mal, pero mucho, empotrado con su división contra la Línea Gustav que montó Kesselring en el centro de Italia. Después de la guerra se convirtió en uno de los mejores cómicos de TV y autor de comedias de la BBC. Toda una celebridad en Gran Bretaña. Pero lo más grande son sus cartas a sus padres desde el frente en 1943. La mejor, sin duda, esta: “Hola papá y mamá. Escribo esta carta en un agujero en el suelo; es práctico porque, si te matan, simplemente tapan el agujero y lo venden como un cementerio. Seguimos queriendo tomar el té con los alemanes, pero se niegan. La verdad es que son un poco agresivos. Esas son todas las alegres noticias, escribiré de nuevo cuando la situación sea un poco menos tirante con los vecinos…”. La carta está fechada durante el enésimo bombardeo de la Luftwaffe sobre la cabeza de la ofensiva a la altura de Salerno, antes de que conquistaran Nápoles. Lo hemos dejado por escrito porque es el ejemplo perfecto de por qué hay anglófilos por el mundo. Su referencia es el libro ‘La batalla de Monte Cassino’, de Matthew Parker.

sábado, 8 de agosto de 2009

40 años de Abbey Road

Hay más o menos un millón de razones para sonreír y a la vez poner cara de camaleón resacoso al ver a los Beatles. Son como Dios: les aman tanto como les odian. Sí, ya sabemos que los beatlemaníamos son muchos y llevan todos traje, corbata y tienen una buena vida burguesa. Y sí, también sabemos que los fieles de Sus Satánicas Majestades son tantos si no más, pero son malditos, van en vaqueros, tienen algún tatuaje o ganas de hacérselo y en ocasiones ven luces en lo alto de cocoteros… a no, que ese era Keith Richards. 

La cuestión es que hoy se cumplen 40 años de la mítica foto del paso de cebra, otros tantos del final de la grabación del último disco de los Beatles (‘Abbey Road’) y la misma cifra de cualquier chorrada que ocurriera en 1969 y que fuera determinante para nuestras vidas. La única realmente importante ya fue festejada, la de la llegada del hombre a la Luna. Para lo demás, la nostalgia y Mastercard, para comprar los 'revivals' de la generación de los 50. Nosotros, que creemos se nos ven los colores desde lejos, apostamos por un pequeño tributo a los Beatles, pero a nuestra manera, como debe ser: con un poquito de H2SO4 y cierta visión cómica de la vida. Es decir, con los Simpson. Qué grandes, han imitado hasta el paso cambiado de Burt-McCartney y el cigarrito en la diestra cuando Paul ha sido siempre zurdo. Va por Abbey Road, el último disco, porque todos sabemos que la culpa de todo la tuvo Yoko Ono…


viernes, 7 de agosto de 2009

¿Qué es un "fake"?

Hace algún tiempo uno de los nuestros, de los más sicilianos, soltó un brutal “fake” en un periódico. Para poder hablar sobre la feria ARCO 2009 y el coleccionismo en tiempos de crisis aseguró que una abuela suya tenía un Picasso que tuvo que vender, y que con las ganancias vivió la familia durante un tiempo. Si sería interesante la jugada que el director del centro de arte contemporáneo DA2, cuando le vio, le sujetó frente a una de las esculturas de Marc Bijl y le preguntó si era cierto o un “fake”. “Lo segundo, ¿pero a que funcionó?”, le contestó. En el arte contemporáneo hay toda una corriente, la más politizada y ligada a la fotografía, que hace un uso masivo de este tipo de este recurso comunicativo. Vamos a explicarnos (¡bien, otra ración de pedagogía!). 

Un fake es una técnica subversiva en la que se cuela una falsificación como un mensaje del poder o del propio sistema social establecido; dura lo suficiente para que la gente pique, pero al mismo tiempo es deliberadamente imperfecto para que la gente se dé cuenta más tarde y cuestione así la veracidad de los medios de comunicación. En el DA2 y el MUSAC leonés, o en las galerías catalanas y vascas, se ha convertido casi en un tópico exponer obra cargada de este recurso. Desde David Escanilla al propio Bijl, o el colectivo Un Mundo Feliz, todos han utilizado el truco con el que denunciar a la publicidad, el consumismo y los engaños del poder. La cuestión, a fin de cuentas, es tocar las narices al de arriba y hacer reír torvamente al de abajo, que le ve las vergüenzas al emperador en ese instante. No es una mentira y tampoco es una falsificación, es algo más complejo, es una reconstrucción de la realidad con un mensaje agresivo implícito en esa reconstrucción. Un ejemplo mejor: alguien desmonta coge una imagen de Scarlett Johansson y la escanea, para luego montarla, con traje de noche, junto con una gran fotografía de un campo de refugiados en Darfur. Parece que está ahí, pero no está, y sirve para denunciar la opulencia y la vacuidad del consumismo. For example. 

Manías y neurosis periodísticas

Se muere Willy Deville (único, con talento, raro como pocos, la música le corría por las venas) y la gente babea por los hijos del insípido Roger Federer. Un campeón, cierto, el mejor, pero un ser profundamente insípido y de lágrima fácil. Sus éxito sirven para hinchar el ego suizo, pero no la educación de los demás. La ciudad empieza a conocer la oferta de teatro que tendrá en otoño, algunas obras de gran calidad pero que tienen la mala suerte de no ser conocidas, igual que los textos de Guillermo de Ockham, por poner un ejemplo, pero eso no significa que sean peores que otros temas. Y sin embargo ninguno de los periódicos salmantinos tiene valor de abrir con nada que no sea fácilmente asimilable por el público objetivo de la prensa escrita: jubilado o en proceso de ello, no ha salido nunca de Salamanca y en muchos casos tiene tierras o rentas de su pueblo natal, el cual ha abandonado para vivir en la capital. 

Con semejante panorama no es de extrañar el rechinar de dientes de programadores culturales, periodistas o clientes potenciales de la industria cultural. Nadie les hace caso, y remar hacia arriba en la jerarquía es tan complicado como intentar que una tortuga de las Galápagos haga el salto mortal con doble carpado hacia atrás, sea lo que narices sea eso que acabamos de decir. Si no se trata de un medio especializado no hay manera de que la literatura, el teatro, el cine o el arte contemporáneo encuentre sitio. Hace no demasiado citamos a un programador salmantino que se lamentaba, en pleno salón de recepciones del Ayuntamiento y ante varios periodistas. La frase, lapidaria, “aquí parece que importa más un puñetero bache en una calle perdida que una obra de teatro”. Pues sí, les importa, tanto como para que la mediocridad se haya extendido a todos los medios de comunicación, los mismos que copian a sus compañeros miserablemente, leyendo sus informaciones y sin citarles en pleno informativo. Se ha hecho tantas veces que ya es una costumbre y nadie dice ni esta boca es mía. Pero de eso ya hablaremos otro día…, a ser posible con un becario con varias copas de más encima, que agosto aprieta. 


jueves, 6 de agosto de 2009

Por qué Man Ray es tan importante

Nos dice una compañera periodista que ha pasado como una exhalación por la exposición de Man Ray que tiene la sensación de haber visto eso antes. También dice que se parece mucho a lo que se encuentra en tiendas de diseño y revistas de moda y publicidad. Descubre con asombro que muchas de las fotografías de Buñuel, Picasso y otros iconos del siglo XX estén allí. No sabía quién había tomado esas imágenes; y todavía se da cuenta, quizás en el último nivel de la sorpresa, de que las planchas con clavos, las manos que sostienen esferas o una lata convertido en objeto artístico le  recuerdan mucho a Warhol y Dalí.

Quizás ésa sea la gran validez de Man Ray: siempre se tiene con él la sensación de que se ha visto antes. En realidad lo que aparece en las revistas y galerías de arte hoy son creaciones bastardas de la revolución iniciada por aquel grupo de creadores de tintes burgueses en sus orígenes y que recibieron el empujón definitivo de una buena educación con la que empezar a tirar del hilo de lo contemporáneo.

La publicidad, el diseño y la fotografía aplicada a muchas esferas se ha convertido ya en una forma de plagio, de culto a los cadáveres exquisitos de Man Ray, un visionario todavía más grande que Picasso y Dalí o el resto de compañeros de juergas parisinas. Algunos de ellos también fueron ideólogos del arte, como Marcel Duchamp.

Picasso era un genio en estado puro, igual que Dalí, pero sólo Ray tuvo la capacidad de coger el machete y abrir camino para descendientes tan lejanos y absurdos como Andy y sus imposturas, para todo el arte pop, para la languidez de los años 60, para la publicidad americana de los años 50, para muchos fotógrafos y sin duda para más de un Helmut Newton perdido que, por alguna razón, hacía sus fotografías de una manera muy semejante a Man Ray. Eso sí, con casi cuarenta años de por medio. Por eso es tan importante que vayan a la exposición, para que se den cuenta de que, efectivamente, usted también ha visto esas obras en otro lado, pero no sabe bien dónde... Es el legado del padre de la modernidad. 


El origen perdido de 'True blood'

Poe dejó perdidos algunos retazos de relato, extraviados y olvidados bajo el peso del poema del Cuervo. Uno de ellos, al que hace referencia Mark Twain despectivamente en un artículo, fue el pionero en empezar a darle la vuelta de tuerca necesaria a uno de los grandes mitos modernos: das vampiren. El manuscrito fue recogido por uno de los malditos, Ambrose Bierce, que se encargó de atesorar y guardar en un buffete de Baltimore las palabras hasta que a alguien se le ocurrió enviarle una copia a Anne Rice… Antes de que la cadena HBO se dedicara a exprimir ese original cuento perdido, que ya es una serie de éxito, Damon Alexander dejó constancia del mismo, pero siempre hablando de él en tercera persona. Se tituló ‘True blood’, y es la esencia misma de la razón de que los Hijos de Caín todavía nos fascinen: sexo. Porque lo de la sangre, la noche, las miradas hipnotizantes, y el resto de parafernalia “made in Bram Stoker” que tanto han publicitado los góticos, no son más que metáforas del sexo que no paran de gotear en color rojo deseo sobre nuestras cabezas. El vampirismo, mordisco en el cuello incluido, no es más que un sucedáneo erótico-literario-cinematográfico que tiene éxito por lo mismo que las curvas dibujadas por Milo Manara o la voz arrastrada de Scarlett Johansson: el instinto de la carne. Y una vez más, fue el puñetero alcohólico alucinado de Boston el genio irrepetible, aunque no se le reconozca. Es el mismo que ya anticipaba la fascinación por la tiniebla con una estrofa:

Y aún el cuervo inmóvil, fijo, sigue fijo en la escultura,


sobre el busto que ornamenta de mi puerta la moldura....


y sus ojos son los ojos de un demonio que, durmiendo,


las visiones ve del mal;


y la luz sobre él cayendo, sobre el suelo arroja trunca


su ancha sombra funeral,


y mi alma de esa sombra que en el suelo flota...

¡nunca
 se alzará..., nunca jamás!


miércoles, 5 de agosto de 2009

Dedicado a un fan: Repetimos entrada

Un fan desconocido con demasiado tiempo libre, sospechamos, y las mismas derivas que más de uno aquí dentro (estos anarcolistillos de las narices...), nos escribió pidiéndonos que reeditáramos una entrada del pasado 30 de octubre. Al parecer no se cree que el tal De la Rochelle existiera, y nosotros juramos que tuvo cuerpo físico (y tiene...) y que luchó. Al parecer, también este fan descabellado ha leído el capítulo final de determinada novela de Eco, en el que hay más de un truco para entender este blog. Y como ha sido muy listo, pues le vamos a conceder la gracia (sin que sirva de precedente, ojo) de publicar de nuevo la entrada de ese día concreto. Y con la misma imagen. 

"Gervaise de la Rochelle se pasó media vida huyendo, con su diario perfectamente detallado de una vida de la que disfrutó entre botellas vacías, platos vacíos, regiones y ciudades vacías. Porque todo se lo bebió, se lo comió o de todas huyó perseguido por sus ideas. Y sin embargo, en la memoria de los que le hemos leído, en todos está la condición de que el Año 0 del mundo, o al menos a este lado de los montes Urales y del Mediterráneo, empezó el 4 de julio de 1776 y se confirmó el 14 de julio de 1789. Sin vuelta atrás, sin condiciones, sin vaguedades, sin tradiciones: catarsis absoluta para un mundo que se acostó feudal, cristiano y autárquico y se levantó republicano, desconfiado y universal. G.De la R. empezó a correr en 1923 en Italia, a pezuña de caballo del fascio italiano, y no paró hasta el verano de 1945, cuando por fin logró encontrar asilo en Inglaterra, desde donde escribió sus 'Crónicas Goliardas'. Una vida de republicano estricto, convencido y sin titubeos, de mente fuerte y no débil, marcada igual por la acidez de estómago y de espíritu, el humor y el convencimiento absoluto de que nada en la vida puede tomarse en serio (ni Dios, ni el hecho de existir, ni la familia, ni el amor, ni el odio) salvo la República, la forma de vida, el código moral y las virtudes humanas de los hijos de Roma que son la piedra base de lo que somos. Por eso, esperamos todos, y más aquí, la llegada de la III. Por él, por nosotros, porque 3000 años de historia nos respaldan, porque en Atenas y Roma hubo democracias antes que reyes y emperadores, no lo olviden nunca". 

Texto: Jacob de la Rochelle ('Memorias de un bastardo mentiroso', 1966)

Dos sugerencias para paliar el hambre

Recomendaciones. Porque ya no hay nada más, sólo desierto cultural y muchas vacaciones en una Salamanca que se tuesta lentamente sin que el calor agobie demasiado. No es normal que otras ciudades echen el resto en verano y ésta parezca una tarta de manzana caducada. Por lo menos hay que reconocerle algo: aquí el verano es mucho más suave de lo que otras sartenes geográficas (Madrid, for example) tienen acostumbrado al personal. En Madrid ha llegado a hacer tanto calor que incluso las gafas de pasta de la población de Malasaña se han fundido y dejado a más de uno como Doctor Doom (pero qué elegante guiño al noveno arte...). Son exposiciones, y un ruego, que espabilen porque ya no queda mucho para que cierren. Ahora que ya hay autovía no estaría mal una escapada a la nación del pincho + caña con salas de exposiciones de por medio. Pueden imaginarse que van a ver un museo multigenérico que no tiene puertas sino rotondas y en la que el precio de la entrada está en el valor que le den ustedes a la caña con tortilla vegetal, por poner un ejemplo. 
Básicamente: Man Ray en la Sala Caja Duero, y Alphonse Mucha en el Museo de la Casa Lis. Dos formas diferentes de entender el arte: el primero, precursor del dadaísmo, arcano que inventó la mayor parte de las líneas de estilo del formato artístico de la fotografía e ideólogo de las vanguardias de los años 20 y 30; el segundo, el último artista al servicio de la burguesía que inventó para la oligarquía europea el art noveau aplicado al dibujo, la publicidad y el diseño decorativo. Dos estilos antagónicos pero vinculados y anudados en la misma zona: la vieja capital europea de la cultura, París, hoy ya muerta y decadente, con su centro ya muy lejos y repartido a partes iguales entre Nueva York (que ya flaquea) y la pujante Berlín, que reclama de una vez por todas su corona de meca artística. 

martes, 4 de agosto de 2009

Delenda eclessia

Hoy toca diatriba belicosa, porque no puede ser de otra manera después de enterarnos de que a una mujer,  que tuvo que abortar por malformación del feto, un grupo seglar adscrito a la Conferencia Episcopal la persiguió incluso a casa, mandándole cartas y llamándola a su casa tildándola de asesina y pecadora. Si alguien es sensible de sentirse ofendido por cuestiones religiosas es mejor que no siga leyendo.

Año 1274. Fue el último instante en el que la estructura de la Iglesia católica romana tuvo utilidad. Ese año murió Tomás de Aquino, el reintroductor de Aristóteles en el sistema de conocimiento occidental. El alumno díscolo de Platón, que había estado perdido para Europa durante la primera parte del Medievo, renació a través de las traducciones e interpretaciones de Tomás, santo para la Iglesia porque jamás tuvo a su disposicion un sabio de esas dimensiones. Fue en los monasterios donde se larvó buena parte de lo que hoy es Occidente, pero a partir del siglo XIII, con la muerte de Tomás de Aquino, dejaron de tener ya sentido. No en aquel tiempo, pero sí para nosotros. A partir de ahí la Iglesia dejó de aportar nada al mundo y se convirtió en un remanente de poder temporal que sólo soñaba con dominar a las masas por el miedo a la muerte y el monopolio de la salvación.

La institúción más hipócrita conocida: la misma que condenó de forma consecutiva a Copérnico, Galileo, Giordano Bruno, Newton, la Enciclopedia, la Ilustración, la Democracia, la Ciencia, el Liberalismo, el Capitalismo, el Socialismo, la industrialización e incluso las investigaciones médicas. Todo lo que hemos dicho está registrado en las encícilicas papales, y todo ha sido condenado por los pontífices. Quien quiera más datos puede escribirnos y se los daremos. Lo único que podemos añadir es que cualquier tipo de conexión entre el Jesús del Sermón de la Montaña y los Evangelios con la actual institución es nula. De hecho nos parece una blasfemia inmensa contra la Humanidad, un insulto moral, que sigan monopolizando la figura de uno de los grandes líderes humanos de la Historia, que le hayan reescrito los textos, que hayan manipulado una y otra vez unas palabras que no debían haber sido tocadas. Y para quien crea que la Iglesia que quemaba herejes es cosa de siglos pasados, que recuerde que fue Pio XII el que estrechó la mano de Hitler, el que dio la espalda a los judíos y optó por el silencio cobarde, el mismo que toleró que entre 1945 y 1946 salieran a través del Vaticano más de 5.000 oficiales nazis hacia el exilio para eludir los crímenes de guerra. Eso fue hace 60 años. Ya no importa que tengan razón o no, sus insultos contra la naturaleza humana, incluido perseguir a una madre que tuvo que elegir entre dar a luz a un muerto o abortar y salvar su vida, han minado para siempre la moralidad de la religión que defienden. Y luego se preguntan por qué la gente les abandona progresivamente. En cierta ocasión, un antiguo sacerdote renegado que daba clases de Historia de las Religiones, soltó el jucio sumario: "En el fondo son todos como Juan de Burgos en 'El nombre de la Rosa'". Lean el libro y comprenderán. Y si saben algo de latín sabrán lo que pone arriba.

lunes, 3 de agosto de 2009

Logias Salmantinas (2): El Club de la Hamaca

Los funcionarios arrastran desde hace siglos una leyenda negra que no para de crecer: son unos vagos miserables. Es mentira, porque es matemáticamente imposible que el Estado funcione lo justo para ser operativo y que todos sean unos osos perezosos, y como tampoco es posible que dos de ellos lo hagan todo, algo falla. Es simple: el Club de la Hamaca. Está compuesto por algún que otro funcionario, pero también por una auténtica legión de personas que viven de parasitar a otros, y que cuando alcanzan algún tipo de cargo intermedio se convierten en un peligro viviente. No dan ni chapa, mover un dedo es un suplicio, y usan todo tipo de tretas psicológicas para poder vampirizar al resto y cuando vienen mal dadas echarle la culpa a otro, ya sean sus jefes superiores como sus compañeros o subalternos. Son, como diría Frank Miller, “los gusanos vencedores” de la tierra. 

No forman un grupo deliberado, entre otras cosas porque son demasiado golfos y vagos como para organizarse, pero su trabajo individual y soterrado hunde en la arena los logros de la civilización. Tienen una gran inteligencia emocional para camelarse al personal y así librarse del juicio sumarísimo que sufriría cualquier otro en su pellejo: su pereza y escaqueo es tal que cargan de trabajo a todos (incluso a sus jefes, que confían en ellos y a los que cortocircuitan), dan órdenes sobre cosas que podrían hacer ellos mismos y después, si se equivocan, logran torear a sus jefes y a sus subalternos para librarse de la responsabilidad. Nadie sabe cuántos son, pero cuando el pobre infeliz que les sufre se percata de su mala suerte, espera con paciencia verle caer en su particular San Martín, porque como dice el Corán: “Nadie es tan listo como para engañar a Dios durante mucho tiempo”. O puede que sí. En otros países son menos pacientes: en EEUU los convierten en vendedores de seguros o los mandan a alguna guerra para hacer limpia; en Inglaterra van a los reality-shows y así hacen reír a los súbditos de su Graciosa Majestad.  



sábado, 1 de agosto de 2009

Escandinavia es Noir (Negra)

¿Qué es lo que hace que una región relativamente insípida y ausente de los grandes focos culturales del mundo se haya hecho con el control de la literatura contemporánea? Hay muchos nombres, pero quizás hoy el más famoso sea el relativamente facilón Stieg Larsson; sin embargo, el de mayor tradición y calidad es el señor Henning Mankell, un auténtico maestro de la serie negra. Y ahora aparecen otros nombres como Asa Larsson (‘Aurora Boreal’) y el que nos ocupa hoy, Arnaldur Indridason (en la imagen). Islandés, y por lo tanto un tipo acostumbrado a los rigores climáticos, al aislamiento, el individualismo y la soledad, pero también a una densidad y profundidad psicológica a la hora de escribir que puede ser definitiva para su éxito. En España sólo lo conocían los fans del segundo género literario más famoso, pero el éxito editorial es una cadena de olas, la suma de la calidad del texto, la idea y el grado de convencimiento del lector de que lo que tiene entre las manos es bueno.

‘La mujer de verde’ es una novela que para algunos críticos recuerda vagamente al enganchón que tuvo en su día ‘El demonio vestido de azul’, de Walter Mosley, pero que aquí, como buen nórdico, es diferente. Frente al estilo detallista y casi periodístico de Larsson en ‘Millenium’ y el realismo que imprime Mankell a sus obras, Indridason tira por el camino de lo psicológico para conectar, todo con añadidos de tipo dramático y parte de la historia reciente de Islandia. El resultado es que en ‘La mujer de verde’ al final lo que menos importa es el crimen que es el núcelo de toda novela negra: lo que importa es casi el desarrollo. Es decir, que el viejo mito del viaje de Ulises, en el que lo que importa es el trayecto y no el destino, toma cuerpo y se convierte en novela. Ya la tenemos en la lista, justo mientras le hemos encargado a un pobre socio que se lea las 900 páginas del tercer tomo de ‘Millenium’. Dios, qué duro es ser curioso, ¿no?