domingo, 31 de agosto de 2008

Gorki se salva (por 20 euros)


"Lo más democrático del régimen es que reparte bien la miseria". Con esta frase se ha despachado Gorki, el cantante y compositor punk cubano de Porno Para Ricardo encausado por peligrosidad. El grupo es una isla dentro de la isla totalmente marginal dentro del sofocante ambiente musical cubano, incapaz muchas veces de escapar de la trova y los sonidos de siempre. Estuvo a punto de ser procesado en los tribunales por las letras de sus canciones, siempre críticas con el comunismo, con la Cuba castrista y con el propio Castro. Pero también con la gente, incapaz de rebelarse contra el sistema. Sólo la presión internacional e interna de los disidentes logró que la única pena impuesta a Gorki fueran 20 euros de multa por tocar demasiado alto. Eso cuando iban a condenarle por "peligrosidad", lo que suponían cuatro años en una cárcel cubana. Este tipo de cosas son las que hacen que las revoluciones ideológicas se conviertan en pesadillas infernales; Cuba es una inmensa cárcel con barrotes de caña de azúcar, igual que lo es Corea del Norte, Birmania, China o en muchos sentidos, Rusia. Por esta vez se ha salvado, pero a buen seguro que volverán a por él. No hay teoría, ideología o sueño perfecto que valga si con ello se pierde la libertad incluso de opinar en voz alta. ¿Qué basura de país es Cuba que hace esto con su gente, por pensar diferente? La izquierda extrema cada vez está más cerca del fascismo puro y duro y más lejos de la idea que impulsó las ideologías socialistas. Nada vale la pena si se hace pisando a los demás.

PD: el lunes 1 de septiembre Salamanca recupera el pulso cultural. Se acabó el verano, así que los temas al margen empezarán a escasear para dar paso al arte y la ciencia en esta ciudad de piedra, a no ser que Rusia, Cuba, China o la madre que les p... vuelvan a hacer algo y nos veamos obligados a decirlo. Salud.

viernes, 29 de agosto de 2008

Guerra civil en casa de los Wagner

Hace ya mucho tiempo, Richard Wagner, el apologeta musical del nacionalismo alemán (y de muchos de sus tics más insalubres, antisemitismo incluido), creó el gran festival de Bayreuth (más el increíble auditorio, en la imagen) para poder representar casi en bucle todo su ciclo operístico (especialmente la Tetralogía del Anillo del Nibelungo) para recordar al pueblo alemán su grandeza mística y mitológica. Vamos, que faltó poco para que luego Hitler y los nazis encumbraran a un compositor fundamental de la historia de la música, del que han bebido decenas de músicos posteriores y que creó todo un estilo y forma de entender el arte de la música. Otra cosa es que fuera un ultra antisemita que se casó con la hija de Liszt, Cosima Liszt (probablemente por interés) y que martirizara al pobre Mendelsshon continuamente por el único motivo de ser judío. Hizo la rosca cuanto pudo al poder, y éste le recompensó con fondos para su sueño épico e insufrible.

Ahora, sus descendientes, Nike Wagner (bisnieta), Wolfgang Wagner (nieto), Katarina Wagner (bisnieta hija de Wolfgang) y Eva Wagner (también bisnieta e hija del primer matrimonio de Wolfgang) se tiran de los pelos y del bolsillo para poder controlar la gallina de los huevos de oro, un festival que ya sólo es un atractivo punto para las élites burguesas japonesas, alemanas y americanas y para los críticos musicales, que van a destrozar todo lo que no les guste. Si hubiera algo así en Salamanca probablemente lo alabaríamos sin cesar por su capacidad de convocatoria, aunque los abonos y entradas estén agotados de un año para el otro. Sin embargo, la lucha fratricida en la familia Wagner puede convertirse en todo un culebrón para una música que sólo escucha el 15% de la población alemana. Sinceramente, ¿hay alemanes a los que les interese de verdad la historia de Parsifal? ¿a los mismos que ven jugar al Bayer de Munich, que escuchan música de Rammstein y votaron al SPD o a Angela Merkel en las últimas elecciones...? Va a ser que no. 

jueves, 28 de agosto de 2008

Das Blauehaus (La Casa Azul)


Éste es un extracto de 'La Casa Azul' (Das Blauehaus), de L.C., texto en gestación pero que ya ha absorbido el seso a más de uno. Es una simple gota de la lluvia que cae desde hace semanas, desde que parte de Corso Expresso pasara por Berlín y no pudiera evitar caer rendido a sus pies.  

"En el Mitte, en pleno corazón berlinés, se levanta la puerta del afán y el deseo de Kavafis. Kalkscheunenstrasse 4-5, a la espalda del Friedrichstatpalast, entre el Tacheles y la antigua facultad Humboldt de filosofía, en el ventrículo izquierdo virtual de Kavafis, una gran K que desbordaba cada esquina de la fachada de la Blauehaus. El cielo de plata, la fachada de crema de líneas prácticas y sin ribetes, discreta hasta límites inconcebibles y perdida entre calles que se reforman para poder sobrevivir al cambio de Berlín. Sólo un detalle: la puerta de entrada, de doble hoja de madera, de un azul eléctrico perfecto. El pelo oscuro y corto de Kavafis, su máscara de hombre que servía para ocultar a una mujer que lloraba por dentro, a la que se le rompía el alma con cada esquina, con cada mechón rubio que pasaba cerca de ella y no podía conseguir. Llegó a la Casa Azul, la Blauehaus, como un lento lamento, deseando poder volver a verla, bajo la llovizna metálica de nubes de plomo. No hacían falta gritos, sólo su figura oscura recortada en la calle, los ojos clavados en la segunda ventana del tercer piso de un edificio anodino que encerraba el paraíso de Kavafis, del que había sido expulsada. Y cada poco, con cada respiración, recitaba en silencio la misma despedida: cierro los ojos y te veo, los abro y no puedo dejar de verte, mátame antes de que lo haga contigo. Kavafis rebelada contra el destino: yo no lo acato, yo lo forjo, igual que mis manos dibujaron tu silueta contra la ventana..." 

miércoles, 27 de agosto de 2008

'Creación' - LCB

Vamos a ponernos algo serios, pero que conste que quien lea entrelíneas encontrará cosas que no se ven después de la primera lectura. Este texto es un regalo de uno de los nuestros. Salud, ciudadanos. 

"Él, Principio Universal, padre consciente e inconsciente de todo lo que es y lo que no es, se sintió solo y perdido. De su dolor nació la necesidad de la Creación.

Él, en su inmenso poder, concentró todo lo que era en un punto y del estallido de energía y materia posterior nació todo lo que es. El Cosmos se abrió ante su Creador, pero al verlo pensó que no era suficiente.

Él, satisfecho por lo que había ocurrido, decidió crear la Vida, e insufló numerosos lugares con ella.

Él, deseoso de ver la perfección que concebía en Sí mismo, creó a los Primeros Seres, quienes vivieron en la plenitud de la Eternidad. Pero los Primeros creyéronse dueños y amos de todo, y por eso se convirtieron en falsos dioses.

Él, triste por el desvarío, decidió entonces crear a los Seres Alados, ángeles perfectos sin los vicios y pecados de los Primeros. A ellos Él dedicó todo su amor. Pero los Alados, insatisfechos por no ser los únicos amados, se rebelaron contra Su poder y cayeron en la desesperación. Algunos se mantuvieron al lado de Él, pero pocos fueron.

Él, desgraciado por la maldad de los seres perfectos, decidió entonces crear seres imperfectos dotados de defectos y errores, para que así pudieran ascender desde la oscuridad hasta la Virtud plena.

Él, que creyó que era más fácil caer desde la Luz a la oscuridad, invirtió Su deseo y de la materia impura creó al Hombre y a la Mujer.

Él, infeliz, vio cómo los Alados sintieron gran envidia por los mortales y los tentaron una y otra vez con pecados.

Él, desgraciado, vio cómo los Primeros, egoístas y despóticos, se enseñorearon sobre los mortales haciéndoles creer que eran sus dioses creadores.

Él, desesperado y olvidado por los mortales, se olvidó de la Creación y duerme en un letargo que algún día deberá terminar".

¿Qué, cómo se os ha quedado el cuerpo? Fdo: El Equipo


 

martes, 26 de agosto de 2008

Creadores escogidos - David Aja y el cómic

Hace ya tiempo que somos auténticos fanáticos del cómic en Corso Expresso, no como un simple divertimento o similar, sino como un “noveno arte” que empieza ya a romper las barreras entre la ilustración y el arte. El estrecho mundo de los creadores supuestamente serios comienza a abrirse (de mente y de piernas, que diría alguien) a nuevas formas de entender el dibujo y del cómic (con sus propias normas, reglas, usos, costumbres y tendencias) como una forma de pintura avanzada en el que los géneros y estilos de siempre (vamos, del siglo XX) ya no tienen cabida. El cómic es un hijo bastardo que ha salido muy respondón, y que lejos de mantenerse al margen ha decidido volver por casa de Madre Pintura y decirle todo lo que no le dijo cuando se fue dando un portazo, allá por los años 40 y 50 del pasado siglo. Un ejemplo de ese cómic avanzado es David Aja (1977), pucelano forjado en las herrerías de Bellas Artes en la Universidad de Salamanca y que trabajó incluso para la Marvel, uno de los templos del cómic mundial. Luego, cuando ha ido por libre, ha creado nuevas historias que funden como nada en este mundo la literatura con el cómic. Hay muchos como él en España, pero todos se exilian artísticamente porque el cómic en España no tira si no es erótico o para niños. Mal vamos, pero se puede recuperar el pulso. 

Invasión jurásica para septiembre


Existe una serie de TV británica llamada 'Invasión jurásica' que hace referencia a una posible brecha entre el Jurásico y nuestros días por la que se cuelan toda clase de dinosaurios. La gracia de esta saga es cómo persiguen a los bichos y los devuelven a su época (o directamente los matan). Gracias aparte, Salamanca tendrá su propia brecha el próximo 7 de septiembre, cuando Jethro Tull (sí, no es broma) vengan a tocar en la Plaza Mayor. Manda narices. Cosas veredes, amigo Sancho, que decía el otro. Desde 1968 anda esta gente dando tumbos, o cuando menos unos cuantos de ellos porque el grupo ha cambiado en varias ocasiones. Será en la Plaza Mayor para iniciar el Festival Etnohelmántica, un bonito proyecto de música folk o étnica que con los años se ha convertido en un cajón de sastre en el que cabe todo lo que no pega en otro lado. Porque una cosa es que Etnohelmántica intente abrirse, pero la diferencia entre este cartel y de 2007 es abismal: en el terreno folk sólo asoma débilmente Gwendal como clavo ardiendo al que agarrarse. Siempre nos quedará el rock progresivo con aires folk de Jethro Tull, pero sinceramente, nos parece demasiado poco. Así que igual los británicos vienen a grabar un episodio de la serie, ¿no?

lunes, 25 de agosto de 2008

Los Imprescindibles de Corso Expresso - 'Hellboy'

En 1994 Mike Mignola dio a luz artística a un tipo rojo con cuernos que es, de lejos, una de las mejores y mayores creaciones del cómic, Hellboy. Iconoclasta y brutalmente alternativo en su concepción del bien y el mal, un poco a la americana, pero también con un fondo de sutilezas típicas del mundo literario que ayudaron a Mignola a hacer algo realmente grande. Hellboy es un "chico del infierno" rescatado por un profesor al servicio del gobierno americano, el mismo que a partir de él y de otros seres que bailan en el filo de la navaja de este mundo y el otro, crea una agencia nacional (AIDP) que investiga y resuelve las amenazas contra el mundo venidas de ese "otro lado" que existe en paralelo a éste. La fusión de mundos es mucho más evidente en la serie de novelas gráficas a partir de las cuales Guillermo del Toro ha hecho ya dos películas. Como un demonio con el nombre de Anung Un Rama, Hellboy fue traído a la tierra siendo bebé por nazis ocultistas. Fue rescatado por las fuerzas aliadas y criado para ser un gran demonio de piel roja, con cola, cuernos (que él descartaría dejando atrás su antigua naturaleza), y una gran piedra en la mano derecha. Aunque un poco brusco, no muestra ninguna malevolencia intrínseca de demonio, cayendo de nuevo en el cliché de personaje malo-bueno, el viejo mito de que para combatir el fuego hay que usar fuego

El personaje ha sido presentado en una secuencia de cómics mini-serie publicada por Dark Horse Comics, influenciado por clásicos de aventuras de ficción y de horror. Según Mignola para desarrollar los diversos aspectos del carácter y la personalidad del personaje se inspiró en su propio padre, un fabricante de armarios que a menudo regresaba a casa con cuentos horribles acerca de lo que sucedia en el trabajo. El universo Hellboy ha crecido tanto (con cerca de 53 títulos editados en varios formatos e idiomas) que ha dado pie a sagas independientes, como AIDP, dedicada a la agencia. Y ya van dos filmes, y puede ser todo un filón. Absolutamente imprescindible, en serio. 

sábado, 23 de agosto de 2008

Ya van 100 - Berlín (5), Checkpoint Charlie


Este es el post número 100 y por supuesto había que hacerlo sobre algo digno de mención. Cómo no, Berlín. Y más concretamente un punto legendario por la Guerra Fría, las novelas de espionaje y aquellas películas de ambientes fríos, nocturnos y húmedos en los que americanos y soviéticos se intercambiaban en una larga calle o en un puente a los espías capturados mutuamente. Era "la aduana" entre el sector soviético y el americano dentro de la dividida Berlín de posguerra, antes de que se levantara el Muro justo frente a esa zona. Siguió existiendo porque era de recibo mantenerlo, no fuera a ser que alguien cruzara al otro lado. Hoy es una simple isleta de una larga calle de doble sentido en el corazón de la capital, con el viejo puesto metálico de color blanco, un muro de sacos de arena como recuerdo y un gran poste en el que hay una foto doble: a un lado un soldado ruso, al otro, uno americano. Hoy ya no hay tropas de unos u otros en una Berlín que recuperó su identidad cuando, precisamente, esa gente desapareció. También está un gran mástil con la bandera de EEUU, un pequeño recuerdo del "amigo americano" que todos querían ver regresar en paz a su casa, y que dejó tras de sí más serenidad que otra cosa. Por supuesto hay un museo, varios paneles informativos sobre la historia de la zona desde 1945 (en alemán e inglés) y varias tiendas de recuerdos. Además, las noches ya no son frías y húmedas, como en las novelas. Una pena, pero merece la pena si son nostálgicos. 

Tiene talento, pero...


Hace muy poco Juan Manuel de Prada, ínclito escritor de futuro glorioso pero un soberano cabezabuque (por ponernos castizos, que lo conocemos y seguro que si lee esto le gusta el apelativo, refrendado por muuucha gente), dijo que "si el arte católico ha entrado en decadencia es porque ha dejado de entrar en terrenos inhóspitos". Bonita forma de definir dos conceptos falsos: por un lado arte católico, que no es otra cosa que el arte al servicio de la Iglesia, que constreñía como nadie las vías de expresión del autor; y por otro lado "en decadencia". Digamos que la decadencia existiría si hubiera arte al servicio del cristianismo católico, pero es que no lo hay. La última obra es el altar mayor que hizo Barcelò en Mallorca y la jerarquía de turno rajó de él en privado porque no tienen agallas de hacerlo en público. Aquello se filtró y se armó el belén, nunca mejor dicho. No existe el arte católico porque hace mucho tiempo que la gente no quiere esos temas: Occidente se ha secularizado. Y desde luego eso de entrar en terrenos inhóspitos debe referirse a la homosexualidad latente en todas las representaciones de Juan Bautista o San Sebastián, convertido en icono gay y al que se puede hallar con cierta facilidad en Chueca, por poner un ejemplo. Hay gente que tiene mucho talento, pero que no es de este mundo, como el reino de Cristo, que diría el otro. Por cierto, es el mismo escritor que se estrenó con un libro llamado 'Coños', dedicado a eso que está pensando en ese momento. Qué cabriolas mentales hacen algunos, ¿eh?

El roedor rancio de los 2.000 millones de euros


Salta una noticia de esas que le hacen a uno arquear las cejas y acordarse de un remoto episodio de Los Simpson que hacían una burla siniestra: Mickey Mouse no es de la Disney. Vamos, que un pequeño error en 1929 podría convertir el ratón más famoso del mundo y que peor lleva la edad en un auténtico dolor de muelas para el imperio del entretenimiento. Y es que genera casi 2.000 millones de euros él solito. Hay algo terriblemente siniestro en la Disney: puede que sea que Walt era un filonazi, o que era un déspota, o que los parques temáticos parecen sacados de una pesadilla kitsch, o que ya hemos madurado y nos resulta ridículo ver a un tipo vestido de ratón o pato haciendo el idiota. En Corso Expresso siempre dijimos (y afirmamos otra vez) que la Warner siempre fue mejor. A un lado del ring está el inocentón, meapilas e infantiloide Mickey, y al otro, Bugs Bunny. En la otra esquina el pato Donald, y en la otra, el pato Lucas. En serio, ¿de verdad hay punto de comparación entre el megalómano neurótico de Lucas y ese puñetero pato sospechosamente soltero, que sólo lleva chaqueta y no pantalones, y al que por cierto no se le entiende nada? La ley de derechos de propiedad de EEUU, que data de 1909 (horita ya de revisarla, vamos), estipula que de ser así el modelo de dibujo de los años 20 y 30 no son de Walt Disney, con lo cual podría cualquier otro empezar a usarlo o ser, como dicen en EEUU, "propiedad universal", con lo cual hasta el último mono podría utilizar al ratón como imagen mercantil. Adiós exclusiva, adiós millones de ingresos, adiós al monopolio. Quizás por eso los dibujantes han cambiado tanto a Mickey. Lo que no han cambiado es lo rancio que es el pobre. Viva la Warner.

viernes, 22 de agosto de 2008

Crueldad intolerable


Escena recordada por motivos secundarios de algo sucedido a finales de 2007. Sarao en una recepción supuestamente cultural pero plagada de caciques, cargos políticos y gentuza en general que vive detrás del traje y la corbata sin producir nada real o inmaterial por el bien público. Un dramaturgo en ciernes, un tipo sensible y encantador, entra en escena. Los encorbatados le van a sufragar una obra porque un tercero, un gestor cultural, ha decidido que así sea. Se ríen del dramaturgo sin compasión, a su espalda, por sus pintas y porque sospechan que es gay, como si serlo fuera un delito y no lo fuera cazar perdices en la finca de un amigo o defraudar millones al erario público para pagarle la universidad en EEUU al pijo drogadicto que se tiene por vástago. Dos periodistas lo ven y se encabronan, porque conocen al dramaturgo, que como hemos dicho es encantador, algo inocente y quizás demasiado blando para el mundo. Es el sentimiento humano de la compasión, la empatía. Uno de los periodistas va a criticar esa actitud, pero el segundo le coge por el brazo. "No hagas el bobo, espera" le dice al oído. El dramaturgo se da cuenta y se pone colorado, pero sigue a lo suyo, con el gestor cultural, que intenta en todo momento aislar al pobre tipo de la jauría. Los dos periodistas dejan de tomar notas y se colocan en una esquina de la sala. El prudente saca la grabadora y empieza a zigzaguear por la sala en busca de declaraciones. Llega a uno de esos tipos de traje y corbata que sostiene un puro en una mano y una copa en la otra. Le pide un par de minutos y con toda la ingenuidad del mundo empieza a preguntarale por la obra, por el dramaturgo, por la gestión cultural. Evidentemente no sabe o no contesta, y el periodista levanta la voz cada vez más, con esa sonrisa de mala leche que se les pone a los plumillas cuando quieren pillar a alguien. Al tipo se le atraganta la copa, el puro y la noche, porque demuestra que no tiene ni idea de nada y encima es uno de los responsables: otros periodistas, como buitres, sobrevuelan la escena y acercan más grabadoras. Se pone pálido el pobre diablo y ya no sabe dónde meterse. Al día siguiente todo el mundo comentó lo necio que era, y en los apartados para rumores varios le llamaron de todo menos bonito. El dramaturgo recibió esa mañana un montón de mensajes cómplices. La obra fue un pequeño éxito y ya no está en Salamanca, por motivos obvios. De verdad, cuántos monos bípedos que no llegan a homo sapiens caminan por el mundo...

Esa mancha verde de la foto...


Corren tiempos convulsos, de esos que no dejan levantar cabeza. Aparentemente el mundo parece desmoronarse, o cuando menos, cambia el marco en el que estábamos acostumbrados a vivir. Desde que Hegel escribiera 'Filosofía de la historia' sabemos que las naciones son como actores de un teatro, que salen a escena con un papel, principal o secundario, interpretan su rol y luego se convierten en parte del coro, discretamente. Algunos tienen suerte y pueden volver a salir, pero no es lo más común. Nos preguntamos hasta qué punto el monstruo chino es un actor o un coro segundón, pero parece ser que el dinero lo puede todo. "Poderoso caballero es don dinero" dijo el mejor escritor en español que haya habido nunca, Quevedo, y a fe que ese tipo de frases dan en el clavo en unos tiempos en los que el petróleo y su distribución valen más que cualquier otra cosa. Qué curioso que Georgia tenga el único oleoducto que lleva oro negro a Europa sin pasar por Rusia, ¿verdad? Igual es que el oso eslavo quiere meter en un puño a Europa y dominarla por la energía. No nos apetece un mundo donde la hipocresía y la crueldad china y rusa manden. EEUU está de capa caída, o cuando menos el imbécil congénito que los gobierna, así que esperamos como agua de mayo que alguien pueda devolver a Occidente a su lugar de espejo del mundo, no por soberbia, sino porque somos los únicos que tenemos mala conciencia de nuestros actos. Igual esa mancha verde de la foto empieza entonces a ser un actor de la historia y corrige los desmanes de nuevos ricos de las viejas tiranías orientales. Y que por fin los gobiernos, igual que los individuos, se escondan detrás de justificaciones bizantinas llenas de hipocresía moral. Es como cuando se oye a alguien decir que la fidelidad es un estado psicológico, que no es real. Si oyen eso, fijo que quien lo dice lleva o a puesto a otro cuernos, 100% asegurado. El mal de nuestro tiempo no es la violencia, es la total hipocresía moral, la falta de principios. Porque se puede ser retorcido, pero no un hipócrita.

PD: fíjense qué mal está el ambiente cultural que acabamos hablando de estrategia y deseos.

jueves, 21 de agosto de 2008

Marasmo absoluto


Hay una frase mítica referida a Alejandro Magno, escrita por uno de sus cronistas. El macedonio fue uno de los primeros en usar "el efecto mediático" para la política y la guerra, porque durante toda su vida se hizo acompañar siempre de un escriba que glosara sus victorias y convirtiera las derrotas (pocas) en traiciones o cobardías ajenas. Esa frase, más o menos mutilada por los siglos, es "Y Alejandro subió a lo alto de la colina y miró al horizonte, y lloró porque ya no había más mundos por conquistar". Épica barata al margen (en Corso Expresso siempre hemos preferido a su padre, Filipo II, mucho más astuto y menos efebo que su hijo), este tipo de frases nos sirven para ganar un post en lo referente a Salamanca, una ciudad que en agosto se convierte en un páramo como hay pocos en la cuestión cultural. No se mueven ni las moscas, que diría el castizo. Subimos a la colina y lloramos porque no hay "nada que conquistar", al menos en cultura. No queremos ser moscas cojoneras (aunque lo somos), pero que sepamos ni en Madrid ni en Barcelona, ni en Bilbao ni en ninguna otra ciudad con aspiraciones de ser espejo, eje y guía de algo la cultura desaparece por completo y es sustituida por el barato teatro de calle para niños o el ciclo 'Vidas y ficciones', que desde el teatro de andar por casa sirve igual para un roto que para un descosido. 

Ahora que se ha marchado Paco Blanco y tienen la oportunidad de recuperar cierto pulso más vigoroso (porque no se puede ser más tradicional y apegado al terruño) deberían plantearse meter menos morralla en primavera y alargar la programación hasta julio y agosto con fuerza. No se puede ser guía o pequeña Roma sólo 9 meses al año, hay que ser mucho más. Y si no hay fondos, como dicen, igual recortando lo consiguen, porque les podemos asegurar que el turismo cultural bien enfocado da más dinero que levantar la enésima urbanización periférica que luego no se vende. Los romanos construyeron un imperio con ladrillos, pero para hacer viaductos, circos, foros, templos y teatros. Los españoles los usamos para hacer casas. Ahí está la diferencia. Ya lo hemos dicho muchas veces, y ningún caso nos harán, pero de vez en cuando hay que meter otra vez el dedo en el ojo, que igual esta vez funciona. 

Otro que se va pronto: LeRoi Moore


Mal año, pero que muy mal año. Este 2008 se atraganta por la cantidad de músicos que cruzan al otro lado sin haber dado del todo lo que realmente llevaban dentro. El último de la lista es LeRoi Moore, saxofonista y fundador de la banda Dave Matthews Band, que falleció este miércoles, a los 46 años, a consecuencia de las heridas sufridas en un accidente el pasado junio. Moore fue hospitalizado a finales de junio después de sufrir un accidente en su finca en las afueras de Charlottesville (Virginia), donde permaneció varios días con pronóstico grave. A causa del accidente sufrió una perforación de pulmón y varias costillas rotas, lo que le obligó a abandonar el resto de la gira de verano de la banda, y tuvo que ser sustituido por Béla Fleck. Moore mezclaba folk, jazz y rock como nadie. También este año se fue alguien que no era un músico pero que vivía y sentía como tal, el gran Bernie Mac, uno de los mejores humoristas que haya dado Estados Unidos y que apenas era conocido fuera de allí, salvo por los que se interesaron por la comedia off y transgresora que salía de un país muchas veces tomado por idiota cuando no lo es. Por lo menos allí el jazz es sagrado, no como aquí, que parece un florero con el que rellenar las programaciones culturales cuando no hay otra chicha. Descanse en paz, y nosotros a llorar, porque cuando se va un artista él pierde la vida, pero nosotros el espíritu. 

martes, 19 de agosto de 2008

Simpsonphilosophy



Hay dos formas de ver la cultura: 1. con perspectiva y sentido crítico, propio de sociedades modernas que saben ver el bosque más allá de las copas de los árboles; y 2. con reverencia, respeto y devoción. Esta última es propia de sociedades antiguas, con un brillante pasado y ganas de repetirlo en el futuro. Bien por ahora, pero decididamente la segunda forma es un fracaso. Los americanos, tan negados e inútiles para tantas cosas, son de los pocos que se atreven a tirar barreras cuando hablan de filosofía, por ejemplo. El mayor caso es un libro titulado 'Los Simpson y la filosofía', una excéntrica y divertida forma de abordar la filosofía a través de las enseñanzas diarias de los personajes de Los Simpson. Esto en cualquier otro lugar habría sido una aberración de bárbaros. La Universidad española, especialmente las carreras de humanidades, se hunden en arenas movedizas nacidas de la erosión de su estrecha forma de ver la enseñanza superior, y aquí le digo que jamás harán nada parecido. No les entra en la cabeza que Bart pueda ser un modelo nietzschiano, y que Homer sea un ejemplo del modo de vida no virtuoso del sistema aristotélico. Eso sería demasiado: ¡Aristóteles emparentado con una serie de dibujos animados de la televisión americana! Ay, cuánto tendremos que aprender aún para que Europa y España vuelvan a ser dinamos y no locomotoras a vapor. La modernidad se basa en romper fronteras y perspectivas, no en crear monumentos de soberbia aguda a un pasado que si no es actualizado no servirá para nada a nadie. El libro se publicará en España en invierno. Si la filosofía es crítica, ¿por qué nos empeñamos en convertirla en hormigón armado?

domingo, 17 de agosto de 2008

El físico, el periodista y la Teoría de Cuerdas


Dijo el poeta que el amor alimenta y mueve el mundo. Luego llegó el economista y dijo que era el dinero lo que mueve el mundo. Después, y por riguroso orden, aparecieron el sacerdote, el político, el empresario, el sindicalista y el sociólogo. Al final cada uno barría para casa. Entonces llegaron un periodista y un físico. El primero escuchó los supuestos motores de cada uno y finalmente dijo que lo que movía el mundo era la información, porque quien manejara más información y pudiera conseguirla en mayor cantidad y calidad era el que llevaba las riendas del planeta. Entonces el físico los miró a todos de arriba a abajo y suspiró. "Lo que mueve el mundo es la fuerza de la gravedad, que origina a su vez la fuerza centrípeta y centrífuga. Bueno, eso y vuestros egos, los mismos que os hacen creer que sintetizando metáforas sobre qué es más importante os vais a dar mayor mérito. ¿Alguien sabe lo que es la Teoría de Cuerdas? No, ¿verdad? Pues hasta nueva orden calladitos que estáis más guapos". No es una mentira, ni una parábola, es la realidad de lo que pasó en cierta cena en cierto lugar hace no demasiado tiempo. El físico en cuestión siempre destacó por su discreción, modestia y buenos modales, pero al escuchar tantas tonterías juntas en tan poco tiempo terminó por explotar. Luego, en un aparte, el físico se arrepintió del hachazo y recordó las enseñanzas de Sun Tzu, de Confucio, de los viejos sabios, aquellos que decían que el verdadero sabio se mantiene callado en medio del griterío de la ignorancia; los mismos que aseguraban que hay que temer más al modesto silencioso que al soberbio escandaloso, y que hay que desconfiar siempre de aquel que sonríe y no dice nada. Antes de irse miró de nuevo al resto, recordando su trabajo: "Es una pena, porque cuando yo me vaya seguirán pensando lo mismo. No les importa la Teoría de Cuerdas, pero lo que yo hago es lo que determina que ellos sean como son. Yo conozco las leyes que les convierten en lo que son, así que en realidad soy yo el que mueve su mundo. El periodista tenía razón". Así que la próxima vez que tengan la tentación de hinchar el pecho de ego recuerden que ustedes no saben qué es la Teoría de Cuerdas, la vanguardia de la física y quizás una de las explicaciones globales de qué es y cómo funciona el universo. Nada más, y ahora, lean un libro. Por su bien. Por el de todos. 

sábado, 16 de agosto de 2008

Los Imprescindibles de Corso Expresso - 'La Odisea'


Llevábamos mucho tiempo queriendo hacer este post, este imprescindible que todos los niños occidentales (lo sentimos, pero la épica individual homérica no pega con otras civilizaciones) deberían leer a toda costa. 'La Odisea' es de lejos el mejor texto escrito de la historia, la suma de todas las virtudes y defectos del "homo occidentalis" y una guía sobre la moral, la amistad, el honor, la religión y la sacralidad del individuo. Al contrario que todos los demás héroes homéricos o mitológicos, Ulises es un hombre sencillo que se enfrenta a los dioses no con una fuerza sobrehumana sino con su astucia; es, además, el primero que rechaza la inmortalidad cuando se la ofrecen y que sólo desea seguir siendo un hombre, rey de su casa; y también el primero que se atreve a desafiar a los dioses. Desde el punto de vista religioso, Ulises es el primer mortal que al reconocer perdido en el mar que sólo es un hombre se convierte en el referente, en el padre de Occidente, de Europa y de América. El simbolismo de ese gesto, reconocer que es inferior a los dioses, no sólo le libera para siempre de la carga del destino sino que pone lo divino en su sitio al quitarle todo peso real. Los dioses pasan de ser actores reales del mundo a simples figuras alejadas de nuestra realidad. En el fondo, Ulises gana. Aquiles murió, pero Ulises sobrevivió y llegó a Ítaca, la patria soñada. Todos tenemos una particular Ítaca a la que volver. Por eso, porque todos somos "hijos de Ulises", y porque su viaje le convirtió en el padre de Occidente, es por lo que se convierte en imprescindible. Y en un referente continuo de este blog, porque verán cómo la 'Odisea' aparecerá de vez en cuando. 

jueves, 14 de agosto de 2008

Berlín (4) - Unter der Linden y 17 Juni strasse

En una ciudad acostumbrada a serpentear sobre el curso curvo del Spree, Berlín tiene una de esas líneas rectas brutales que organizan la urbe y la alargan. Además, la parten en zona norte y zona sur sin estridencias. Arranca en la cabecera de Unter der Linden, el antiguo sendero rural convertido por los reyes prusianos en acceso de entrada y que muere en la Puerta de Brandenburgo, que a su espalda guarda la descomunal 17 Juni strasse. Es la misma que divide en dos como un cuchillo Tiergarten y llega hasta el Ángel de la Victoria para continuar luego más allá por la Bismarkstrasse y hundir la punta de la daga en el barrio de Charlottenburg. Dirección este/oeste. En total son unos cinco kilómetros (más se si cruza el Spree para tomar la cabecera de Unter der Linden) que en bicicleta pueden ser una guía espectacular de las dimensiones de esta ciudad, que crece a lo ancho y no a lo alto, que no se abigarra como Madrid o Barcelona, empeñadas en urbanizar desniveles. 

Sin duda que la tierra que alberga Berlín sea totalmente plana ayuda mucho a este tipo de extravagancias geométricas, algo que no podría hacerse en la inmensa mayoría de urbes españolas. Además, Berlín tiene otra ventaja: empezó a ser grande hace relativamente poco, a finales del siglo XVIII, cuando Prusia se convirtió en potencia. Esa juventud urbana le permitió hacer algunos experimentos de expansión industrial que le dieron a la ciudad una libertad que no tuvieron París, Londres o Roma, ni tampoco Madrid, que a pesar de los intentos de Carlos III de meterla en vereda se resistió a ser moderna en favor de ese barroquismo madrileño que tanto atrae a los turistas y tan poco gusta a los nativos, hartos de tanta callejuela absurda. Al este hay otra demostración de linealidad: la unión de la Karl-Marx allee y la Frankfurter allee; todavía más larga que la anterior conjunción y que pone rumbo al lado oriental de la ciudad. Después de todo eso se entiende la obsesión berlinesa por las bicis. 

Mala Madre Rusia


Hasta ahora no habíamos dicho nada porque se sale bastante de lo que aborda este blog desde un principio, siempre ceñido a la cultura en Salamanca y fuera de ella, y con la vista puesta en decir lo que otros no dicen. Pero lo de Rusia ya es oficialmente “burrada del año”. Aparte de que ha invadido un país sin que EEUU haya todavía hecho nada en serio para evitarlo o castigarlo (claro, es más fácil invadir Irak que la estepa rusa, suponemos), encima intenta pasar por legítima defensa lo que es una agresión en toda regla. Y a la UE ni se la espera, como de costumbre. Rusia no levanta cabeza desde que se fuera a criar malvas Gorki, y aún así éste siempre nos ha parecido sobredimensionado y sobrevalorado. Mejor dicho, desde que papá Tolstoi cruzara el Estigio la Mala Madre Rusia no ha vuelto a dar señales de inteligencia alguna dignas de mención, escorándose cada vez más hacia esa alma asiática que la pone fuera de Europa. Porque Rusia NO ES EUROPA. Un pueblo que es incapaz de cuestionar a su gobierno o su propia identidad no merece la pena sentarse a la misma mesa que los pueblos civilizados. No hay lugar para ellos en Occidente, y tampoco creemos que ellos quieran serlo; es mucho más fácil seguir siendo escitas o tártaros disfrazados que hijos de Grecia, Roma o Germania. Tiranizados durante casi mil años, los rusos no piensan, se limitan a sentir y obedecer, igual que los persas, los chinos o cualquier otro que acepte que su vida se organice desde fuera.

Rusia siempre ha sido imperialista y lo está demostrando; ahora se explica la neurosis aguda de los polacos, los bálticos o los ucranianos cada vez que algún líder ruso ha enseñado los dientes. Si no que se lo digan a Litvinenko (envenenado) o los periodistas rusos asesinados por pensar diferente. Pero como decían los oficiales británicos en el 45: “Rusia no se puede invadir ni conquistar, pero ellos tampoco saben qué hacer fuera de la estepa”. Así pues, viven enclaustrados en su mundo eslavo-asiático en el que invadir un país porque te molesta es legítimo. Hablando en plata castiza, al estilo Pérez-Reverte: a ver si tienen cojones de atacar a Polonia, Finlandia, Ucrania o cualquier otro que pueda defenderse. Es como el matón de aquella película de Robert De Niro: “no le respetan, le temen, y eso no es respeto, es terror”.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Berlín (3) - The Exit Gallery


Es fácil recordar la imagen más simbólica de la caída del Muro de Berlín: un montón de gente subida en la parte alta, de cara hacia el lado occidental, ese muro lleno de pintadas y graffitis mientras un tipo aporrea el hormigón sin piedad con un mazo de obrero. Los demás le aplauden y se perciben los flash de las cámaras en plena noche berlinesa. Ahora ya no queda nada del 'Berliner Mauer', si acaso una línea de losetas y placas que discretamente siguen el trazado del muro por calles y plazas que ahora están abiertas y libres. En la Potsdamer Platz un tipo vestido con un uniforme soviético vende recuerdos comunistas mientras llama a los turistas en tres idiomas diferentes, dejándose hacer fotos junto a cuatro pedazos del muro colocados frente a la Potsdamer Bahnhof para que los visitantes se hagan una foto. Queda otra parte, a la que han llamado 'Exit Gallery', y que en realidad son unos dos kilómetros de muro colocados a lo largo del río Spree camino de Treptow, hacia el sureste de la capital. Se llega a él recorriendo la larga Karl Marx alle, una avenida mastodóntica de corte comunista espartano y que ahora flanquean ríos de árboles que ocultan fachadas soviéticas: feas al ojo europeo, pero que tienen su encanto, todo hay que decirlo. Esos dos kilómetros de muro son un recordatorio vivo y una forma de honrar el arte urbano y popular del graffiti, usado entonces como reivindicación pacífica del oeste y que hoy en día son un libro abierto, una galería mejor dicho. A un lado la calle, al otro el Spree, que se hace inmensamente ancho hasta el gran puente de ladrillo rojo y aspecto centroeuropeo que pasa hacia Treptow. Por cierto, otro día hablaremos de cómo los berlineses aprovechan cualquier espacio para plantar un mercadillo de arte o de objetos de segunda mano. En España pondrían un bar..., aquí venden cosas. En serio, esto no es normal...

Aviso a navegantes gongorianos


Sólo hay una cosa peor que creerse Góngora (y no llegar ni a gorgorito) y es hacer de policía dentro de una oficina. El periodismo ya es bastante duro mentalmente como para que encima un compañero se dedique a tocar la balalaika con ganas de ser lo que no es ni será nunca: jefe. Este post es solidario con mucha gente, con muchos plumillas que sobreviven y subsisten luchando contra el Principio de Peter, ese que dice que cuanto más arriba llegas en la jeraraquía más idiota eres. Así que ahora se ha puesto de moda ser cabeza de ratón en provincias y más de uno sueña con ser Augusto y se la está jugando porque es otro Marco Antonio. Si los interfectos leen esto tan sólo esperamos que puedan entender la analogía, porque candidatos a Agrippa hay muchos y desean llevarse el cadáver envarado del antonino a Roma.

Porque la verdadera cultura y conocimiento no se exhiben como un trofeo o una marca de superioridad: la verdadera cultura se destila poco a poco, en gotitas, día a día y dejando bien claro que es producto de años de esfuerzo. Usar un más que supuesto (y dudoso) talento para enseñorearse sobre los demás sólo conlleva una actitud nada sabia, es más bien producto de la ignorancia y la mediocridad. Porque si uno es bueno en algo se acaba viendo y es mucho más eterna la victoria trabajada: llega de maduro y es más aceptada por los demás que una promesa inconclusa que no termina de cuajar.

De mirlos blancos el vertedero está lleno. Dos ejemplos deportivos: Emil Zatopek, aquel escuálido corredor de fondo checo que parecía estar a punto de romperse cuando corría, al que todos superaban, pero que cuando llegaba el momento aceleraba y trituraba a los demás que sólo veían pasar a una locomotora humana; y la selección española de fútbol, que parecía estar a punto de irse al garete y a fuerza de trabajo e ilusión llegó a la final, mientras que la cacareada selección portuguesa la pifió en cuanto alguien le apretó las tuercas. Así que ojito a navegantes entendidos, porque más de uno espera con la guillotina en la plaza la mínima muestra de debilidad del fiscalizador tocapelotas (perdón por la palabra) para empezar a coleccionar cabezas. Y llegarán los momentos habida cuenta del ambiente guerrillero que se respira últimamente en Salamanca. Corso Expresso no acepta la violencia, así que nos quedamos con aquella frase del general Colin Powell: "Nunca empieces una guerra que sabes que no puedes ganar".

martes, 12 de agosto de 2008

Cuando la música es una p...


Hasta el 7 de septiembre el Musac de León (museo de arte contemporáneo) mantiene en una de sus grandes salas la muestra 'Benicàssim/Musac', obra que mezcla fotografía e instalación y aborda la construcción de la identidad de la juventud a través de la música. Aparte de que las imágenes parezcan sacadas de un catálogo de Mango u similares, lo cierto es que la exposición es la culminación de un proceso de aculturación total por parte de las generaciones surgidas a partir de finales de los años 80, esas que sólo tocan los libros por obligación y que se abandonan a lo aparente y nunca ante el fondo. Bueno, por llamar música a las primitivas y mediocres bases sampleadas que retumban en los clubs a los suelen ir. Años atrás, cuando uno imitaba a Keith Richards, Jim Morrison o Elvis Presley sabía que detrás de esos iconos había algo más que música, era una forma de expresión de una vanguardia (hoy convertida en lucrativo negocio geriátrico o directamente necrofílico, basta con ver cómo se celebran los aniversarios mortuorios del Rey en EEUU). Llámenos tradicionales, o algo rancios, pero no lo somos, es que somos de la generación de la democracia (la primera, la auténtica, la que todavía pone un 7 en la fecha de nacimiento) y crecimos viendo 'La bola de cristal'. El que sabe de qué hablamos también entiende la broma...

En España el pueblo de Benicàssim es el cénit conocido de esa tendencia en la que el sonido mata todo lo demás, especialmente las letras, para luego esclavizar la imagen a la música. Y eso que los grupos que suelen ir no son precisamente malos, muchas veces son ocasiones únicas de ver a genios en directo. El problema es que la estética se convierte con esas manías obsesivas en una forma de identidad externa que no tiene nada en el interior: esa gente que ve usted es la que es, y llevar pañuelos palestinos ya no tiene nada que ver con apoyar la causa palestina, se lo ponen porque la de al lado lo ha hecho o porque sale en algún catálogo de las marcas de ropa que editan catálogos que ya parecen el perfecto manual del paidófilo (que no pedófilo, ojo). Gente hueca que no ama la música, sólo la usa. La música ha sido prostituida, así que alcemos los brazos al cielo como plañideras histéricas porque vamos de mal en peor. Algunos todavía vibran de verdad con 'This is the end' de The Doors y no van por ahí intentado torcer la columna para parecerse a Morrison. Y encima esta semana ha muerto Isaac Hayes: que año más malo por Dios. 

lunes, 11 de agosto de 2008

Berlín (2) - Potsdamer Platz


Si hay un lugar que ejemplifica como ningún otro la revolución social y urbana de Berlín es la Potsdamer Platz, víctima predilecta de los bombardeos masivos de los aliados en 1945 y que la redujeron a un montón de escombros y de esqueletos de hormigón y hierros retorcidos. Era por definición el lugar más moderno de la ciudad, la primera plaza que tuvo un semáforo en toda Europa y uno de los sitios emblemáticos y preferidos por los berlineses. Luego tuvo la mala suerte de quedar justo en la zona fronteriza del sector americano y el soviético, con lo que se convirtió en un solar abierto y tierra de nadie, desolado agujero emocional y urbanístico que vio cómo la cicatriz del Muro de Berlín la atravesaba sin contemplaciones. Una vez que cayó la pequeña tapia comunista los arquitectos y promotores se lanzaron como tiburones para reconstruir uno de los corazones de la ciudad. 

El resultado es un pedazo de Manhattan en el corazón de Europa, lleno de rascacielos, hoteles, y monumentos, además de un nudo de vías y avenidas que conectan con los otros tesoros de la cudad. En ella o a su alrededor (calle arriba hasta dar con la intersección de la 17 Jun allee y la Unter den Linden) están la Puerta de Brandenburgo, el Reichstag, el Bundesrat (todos pasadas esa intersección), la Filarmónica, la Galería Nacional, el Memorial al Holocausto (más atrás pero en línea recta), el Berlin Casino, el club Adagio, el Grand Hyatt Berlin Hotel,  el edificio de la Deustche Bahn, el Sony Center, la embajada canadiense y muchas terrazas arremolinadas en anchas aceras de seis metros: eso es ahora la Potsdamer Platz, el lugar más moderno de una ciudad que se libera del pasado rodeándolo de acero, cristal y aluminio. Y para botón un ejemplo: mientras comes unos buenos tortellini con verduras en una esquina de la plaza (más posterior capuccino, porque en Berlín los hacen tan buenos como en Italia), a la sombra del DB Building y del Sony Center, observas cómo la policía cierra la plaza al tráfico para que circule una enorme manifestación a favor de la legalización de la marihuana. Y nada de pancartas y tipos con capucha: autobuses y furgonetas, gente en bici y en cada vehículo un dj pinchando para llenar la plaza de música. 

Año malo para el celuloide


Paul Newman está ya a punto de morir. Uno de los mayores mitos conocidos del cine, un hombre injustamente apartado por su físico (no es broma, uno de sus primeros agentes le dijo que era demasiado atractivo como para ser buen actor) por la industria, la misma que le exprimió a fondo sin contemplaciones hasta que él decidió vivir su vida a su manera. Un cáncer está destrozando su cuerpo de octogenario de larga vida que ha pedido ahora marcharse del mundo en su casa, con su familia. Más de uno habría cambiado su vida por la de este tipo que imprimía el carácter a sus personajes que le faltaba por fuera, y que con el tiempo se convirtió en un modelo masculino. Hace no demasiado se fue también el que iba a ser el nuevo Newman, Heath Ledger, aunque menos atractivo pero sí con un talento inmenso. Pero la cabeza es la peor enemiga del hombre, y uno de esos agujeros mentales se lo llevó por delante. Es un año malo para el cine. Esperemos que Jack Nicholson y Clint Eastwood aguanten un poco más, porque el día que ese monstruo se vaya también al otro lado del Estigio nos vamos a quedar muy pero que muy huérfanos. 

sábado, 9 de agosto de 2008

Berlín (1) - Kunsthaus Tacheles


Ya dijimos que Tacheles (cuyo nombre viene de una palabra hebrea que significa comunicación honesta, más o menos) es algo más que una casa okupa, un centro cultural o demás. No es porque tengamos prejuicios contra nadie, pero si el tan cacareado movimiento okupa en España tuviera el sentido común y la visión que tienen en Alemania, es muy probable que no fueran vistos como marginales. Una cosa es vivir a salto de mata y tachonarlo de ideología cogida con pinzas y otra muy diferente parir en el Mitte berlinés un iceberg gigante de la cultura urbana moderna como es Tacheles, un cruce entre bastión resistente, club, sala de exposiciones, teatro y el mayor caso de horror vacui conocido: no hay centímetro cuadrado del edificio (cinco plantas más un amplísimo patio para música y números circenses) que no esté cubierto de graffitis. Buenos, queremos decir. Tacheles es una gran comuna levantada por el gobierno del lander berlinés y dirigida por el colectivo de artistas urbanos que cada noche exponen sus obras entre cervezas y copas. Corso Expresso se encontró con una estatua de 2.800 euros a la venta. Lo dicho: una cosa es ser okupa y otra idiota. Y los berlineses pueden ser muchas cosas, pero no idiotas, eso seguro.

Scheunenviertel es el distrito en el que se levanta esta mole posmoderna, en el viejo barrio judío que se las tuvo que ver con los nazis y que a pesar de todo sobrevivió y todavía hoy mantiene en pie varias sinagogas. Entre los entresijos y atractivos de Tacheles están las salas de exposiciones de las plantas inferiores, muchas de ellas abiertas a la Oranienburgestrasse (cojan aire, que es en alemán), pero también la entrada (por el patio) a la parte trasera: un gran garito al aire libre a su vez conectado con los que también tienen puertas a la calle, como el Viva Zapata. Igualmente se abre en parte hacia Friedrichstrasse. En resumen, la kunsthaus (más o menos "casa de las artes o de los artistas", es que nuestro alemán es todavía un poco primitivo) más original posible, una de esas perlas luminosas que sólo puede uno encontrarse en los rincones abiertos de Berlín. Y eso a pesar de haber sido centro comercial, sede de oficinas del partido nazi, cárcel transitoria de prisioneros de guerra franceses, diana de la fuerza aérea aliada... Increíble, como toda la ciudad.


Para más información (www.tacheles.de). Tienen traducción al castellano.

viernes, 8 de agosto de 2008

Los Imprescindibles de Corso Expresso - Berlín, mucho más que una ciudad

Mucho más que imprescindible, mucho más que una simple ciudad, Berlín es un estado de ánimo y de conciencia, donde la mente es abierta sí o sí, donde el cosmopolitismo se entiende desde la cultura y no sólo desde la gente. Porque mientras Londres, Barcelona o París presumen de ser universales por tener gentes de todo el mundo, luego son urbes encerradas en su pensamiento propio, demasiado antiguas o apegadas a una cultura local que las encierra. Berlín es nueva, es una ciudad en continua expansión y crecimiento, llena de obras en el centro y los alrededores: está en plena resurrección desde las cenizas a las que la redujeron la Segunda Guerra Mundial y el Muro. Luego la crisis económica la rebajó, y ahora vuelve a batir alas para convertirse en el verdadero corazón de Alemania y de Europa. Por eso es mejor, porque es joven y está en plena definición de sí misma: es, quizás, la Nueva York europea. Lo sentimos, pero en Corso Expresso siempre nos pareció que Londres vivía más del cuento que de otra cosa: es cierto que en la capital alemana no hay tanta población africana, latina o asiática, pero cada ciudadano vive por y para disfrutar de la cultura: no es una pose, es natural.


En su seno, en pleno centro donde otros pondrían ricos y multinacionales, Berlín cuenta con sitios como Tacheles, una casa okupa-centro cultural de cinco plantas y jardines donde las artes se dan la mano bajo el paraguas del gobierno (www.tacheles.de). Berlín es sencillamente perfecta porque es imperfecta, es Berlín. Y como da para mucho, sotlaremos pequeñas perlas de una ciudad que se convierte en el espejo en el que mirarse, tan lejos de la agarrotada Roma, de la decadente y tristona París, de la agresiva y pueblerina Madrid o del marketing frívolo de Londres; incluso, de la falsamente liberal y terriblemente aburguesada Amsterdam. Como dijo Kennedy nada más poner los pies en el lado occidental en los años 60, "Ich bin berliner!". Y como decimos en Corso Expresso: "siempre nos quedará Berlín". En París siempre llueve...

jueves, 7 de agosto de 2008

Tropezar una y otra vez en la misma piedra


Una de las características eternas del ser humano es su capacidad para fracasar yéndose siempre al extremo. Dos lúcidos como Aristóteles y Buda ya dijeron en su día que la virtud y el acierto está en el justo término medio, en la moderación de las acciones y pensamientos. Ir más allá, por comodidad, por fanatismo, por creer que aumentar la dosis es la única solución, casi siempre termina en fracaso. La historia es un ejemplo que no para de ser refrendado: a cada papanatas populista le sigue un tecnócrata sin alma.
Así, un necio tras otro, llegamos a la cultura, donde una vez más caemos en lo mismo: que si soy surrealista y lo demás es basura, que si el arte abstracto es lo mejor, que si los Beatles son lo mejor de la historia de la música (aberración ésta, por cierto, que debería ser recogida en el código penal, quizás con diez latigazos en la plaza pública), o que si los hombres sólo saben destruir... Sólo diremos una cosa: tan nefasto ha sido el patriarcado machista como lo será el incipiente matriarcado alienante. Es absurdo volver a caer en el mismo error pero con diferente protagonista, absurdo. Debemos aprender del pasado para darnos cuenta de que no se pueden desaprovechar las sinergias de la mitad de la humanidad. Hay que superar las fronteras internas.
Los extremos se tocan, y si en el fondo Stalin y Hitler estaban tan tarados como todos suponían, igual de horrendos son el machista opresor como la feminista que le niega el pan y la sal a la otra mitad de la humanidad sólo por tener los genitales externos. Desconocemos si vamos camino de un mundo dominado por mujeres que cierren puertas a los hombres sólo por serlo, donde todos los puestos administrativos estén en manos femeninas mientras los hombres se limitan a conducir autobuses, arreglar máquinas, servir copas o jugar a lo que sea por dinero. De ser así, entonces volveremos a repetir el mismo mecanismo de la destrucción de siempre. Si es que estos monos sin pelo no aprenden..., que diría Darwin.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Los Imprescindibles de Corso Expresso - 'El Hundimiento'


El terror con forma humana, la mejor disección de todo lo que rodeó el nazismo precisamente en las horas en las que se quitó la careta política e histórica para mostrarse como lo que fue: el infierno en movimiento. Eso es ‘El Hundimiento’ (2005), película del “pijo bávaro” Oliver Hirschbiegel que convirtió al ya maestro Bruno Ganz en la apoteosis de lo que debe ser un actor. No sólo hizo de Hitler, literalmente se convirtió en el Anticristo pero con el rostro del miserable mediocre neurótico inmoral que era. Perdonen los adjetivos. Lo mejor escrito nunca sobre esta película, injustamente rebajada en éxito en los Oscar (Ganz se lo tenía que haber llevado de calle), fue una crítica de ‘El País’: “Los nazis parecen seres humanos, pero lo cierto es que quien vaya a ver la película cuando salga no tendrá ganas de ser nazi”. Los últimos días de Hitler, el martirio de toda la nación alemana (buscado a pulso, dicho sea) y el abismo total de la raza humana. Una frase del tirano: "Si la guerra está perdida no me importa que mi pueblo sufra. No derramaré una sola lágrima por él, no merece nada mejor". 

lunes, 4 de agosto de 2008

Y el cómic quiso ser arte (2)


Hay creadores que por razones simbólicas llegan más lejos que otros con toda la parafernalia. Aleksandra Kopff es una de ellas, porque a pesar de que todavía bate alas para coger fuerza a más de uno le ha impresionado su trabajo. Este dibujo es uno de esos momentos simbólicos que hacen que una persona preste atención: es la clave del arte. En este mismo blog se puede acceder a Doctor Vogel, de donde se extrajo una copia (¿pagamos derechos de reproducción?): una planta carnívora que no para de hablar, metáfora quizás de cómo es el periodismo o el mundo mismo, muchas bocas dentadas que confunden a los demás con palabras para luego devorarlos. Sencillamente genial. Desde aquí aprovechamos para recomendar la exposición colectiva 'Desalineados', de la que ya hablamos en su día, en la galería Benito Esteban (Santa Clara, 5), donde Kopff se une a Tmori, Jean Claude, Silvestre Santiago y Álvaro Trugeda. Echará el cierre (nada es para siempre) el próximo 16 de agosto. Lo dicho, "y el cómic quiso ser arte...". 

sábado, 2 de agosto de 2008

Gil se va... de la política, no confundirse

"Espero que haya sido importante para Brasil que un artista haya desempeñado con relativa facilidad el papel de ministro", con estas palabras, con claro tono de despedida, el cantautor Gilberto Gil ha presidido uno de sus últimos actos como Ministro de Cultura brasileño. El que fuera uno de los creadores del Movimiento Tropicalista de la música brasileña ha anunciado este miércoles su decisión de renunciar al cargo. Lula ha aceptado la renuncia. Nosotros no, que le vimos llenar la Plaza Mayor al final del pasado (y fracasado) Festival de las Artes. Además de canas y años tiene talento y maestría suficiente. Fue el único que llenó la plaza, demostrando que la veteranía es un grado y que todos los que se acercan al César acaban mal parados. Dice que es para seguir con su carrera artística, aunque puede que la selva de los despachos sea también la razón de que haya decidido renunciar al poder por la música. Ole. 

viernes, 1 de agosto de 2008

Los Imprescindibles de Corso Expresso - 'Apocalypse Now'


Apocalypse Now (1979). La película que casi volvió loco a Francis Ford Coppola, la pesadilla que llevó a la ruina a más de uno, la leyenda con la que este italoamericano genial pegó otro puñetazo sobre la mesa de la creación (la otra fue con ‘El Padrino’), el maratón de imágenes y literatura convertida en celuloide que mostró al mundo que el cine americano no había muerto y que cuando se ponen las pilas no hay nadie que cuente historias como ellos, la película en la que Coppola pensó (antes de apuntarse él mismo con el arma) pegarle un tiro al indomesticable y gordo Marlon Brando. Porque el hombre que interpretó a Kurtz no sólo metía morcillas en los diálogos, sino que literalmente se limpiaba con el guión. Coppola le adoraba, pero llegó a desear que en medio de la selva filipina aquella bola de billar vestida de negro le diera un infarto. Sólo un detalle más: Coppola caminó sobre la alfombra roja de un genio insuperable, nuestro adorado Joseph Conrad, que escribió ‘El corazón de las tinieblas’, base del guión de esta fusión de lirismo setentero exacerbado y la guerra del Vietnam. Sin palabras.